NYCVII
No consigo atravesar el umbral del deseado sueño. Pienso en una canción y se me mezcla con otra. De cole porter.
Blasfemo contra dios y maría santísima, en este mismo instante que no puedo conciliar, de verdad, el sueño. Dos veces lo he intentado seriamente. Otras ocho veces he fallado en lo que va de la noche y temo que no habrá ya noche.
Me entretengo mirando un album fotográfico que encuentro, al azar.
Curioso el caso de los álbumes de fotos. Dos maneras de mirar: una es básica, como cuando miro la foto de una modelo en suave lencería, y mi mirada es atraida por detalles como curvas, poses, rápido movimiento de cintura, una mirada, el vuelo de un peinado. Como la foto de Marilyn, tan rubia pero tan sexy. Ponele que la imagen icónica del che guevara consigue una admiración parecida, entera, la boina, la estrella, la barba, la mirada perdida en la nada como el hombre dirigente.
Otra manera de mirar es cuando uno se busca a sí mismo en la foto. Ese deporte, vamos chicos, lo practicamos todos. Es la manifestación secreta y oportuna del ego, mirá con qué cara de tarado vine a dar en este casamiento. Che, cuando bailo siempre me sale el chivo levantado. Y ahi están las fotos en las que estamos, y junto a ellas el millón de fotos en las que no estamos que pasan rápido, veloz, fugaz como el vuelo de la pollera de marylin.
No podemos ver de otra manera. Es inutil intentar mirar de las dos maneras a la vez, una por vez ya es demasiado.
Pero hay algo peor, y es no poder dormir. Se ríe de mi la ciudad que nunca duerme. Hace calor a esta hora ya, promete ser un día agobiante. Y tengo estatua de la libertad hoy. A qué hora la abrirán para poder subir hasta la capocha?
Nube negra a la derecha. Miro por la ventana, hace rato que es de día y son recién las 7 de la mañana. Voy a dejar en paz las fotos y me adentraré en el desayunador, ya que no hay manera de que hoy, a esta altura, mister sandman se acuerde de mi. Y saldré hacia la libertad, a subir las escaleritas...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario