jueves, junio 26, 2008

el caso del supermercadista

entonces pasó que la cooperativa podía afrontar el gasto pero no se resignaba a tener que pagar todos los impuestos habidos y por haber, y como la cosa estaba exquisitamente sofisticada a nivel legal se pusieron en la búsqueda de una solución, esto es, una triquiñuela.
en todos lados hacen trique balaque, en la china y en alemania, en todas partes se negrea. por lo tanto no puede ser considerado un pecado si al cesar no se le da todo, uno espera que el cesar se aprenda a conformar con una buena tajada. por lo demás el fisco es exigente, asi que hay que aprender a taparse y bueno, esa es la manera en la que ganan todos. sino la gente no se podría comprar nunca la casa propia, el auto, y en otra escala los dueños de las petroleras no podrían comprarse el yate de millones de dólares, ni el narcotraficante podría darse el lujo de tener orgías con drogas y mujeres simultáneamente.
la cooperativa se reunió como todos los martes y decidieron hacer algo. uno dijo "pero vamos o no vamos a abrir el supermercado?", otro dijo "sí, vamos", "lo haremos", decidió un tercero, y así. la conclusión de la reunión de esa jornada fue que había que encontrar a un chino que gerenciara el emprendimiento.
no podía ser cualquier chino. tenía que ser un chino que estuviera en la mala, que diera cualquier cosa por salir adelante. el chino iba a ser un espejo, pondría todo a su nombre en lugar de la cooperativa, y así quedaría fuera del sistema impositivo y eso se traduciría en mercadería a menores costos, ventas seguras, y por lo tanto mayores ganancias para repartir entre los inversores cooperativistas. si bien la decisión de adoptar a un chino fue acertada, trajo aparejada una serie de decisiones: el chino no tendría que saber nada, que sus propios empleados serían su jefe, que un miembro de la comisión de la cooperativa se encargaría de personificar. a su vez esto tendría serias determinaciones a la hora de decorar el local. y cómo se llamaría? el huevo de shangai? o acaso supermercado pekinés? muchos de los cooperativistas comenzaron a asociar la idea de supermercado con alimento para animales, por lo del perro pekinés. beijingnes, como se atrevió a bromear uno de los vocales de la comisión, chiste que fue desmerecido por el 99 por ciento del grupo. otro de ellos dijo "pero vamos a poner un supermercado o una veterinaria?". la idea pareció absurda, pero no por eso menos atrayente: por qué no podría ser un supermercado con veterinaria? sólo hacía falta contratar un veterinario y carla, la bella y esbelta cooperativista que siempre decía tener amor hacia los animales, atendería el rinconcito faunístico. acaso había otro supermercado con veterinaria en la ciudad? sería un éxito, el primer supermercado veterinario de la ciudad, compitiendo con supermercados con restaurant, con shopings y hasta con frigoríficos. claro, porque en lugar de contratar un veterinario podrían contratar dos, entonces tendrían uno para animales domésticos y otro para animales de matadero, por lo que podrían realizar la matanza ahi mismo en el garage del supermercado, y vender la carne de vaca y de cerdo fresca, recién salida de la... vaca, a módicos precios que le ayudaría a abaratar costos (de flete por ejemplo), no se rompería la cadena de frío, y en el fondo, parecía más copado.
"traigamos el mar también, y vendemos el filet de merluza de la merluza recién pescada", dijo el irónico pablo, como poniéndo sus dudas sobre las propuestas realizadas por los asistentes en la reunión de ese mismo martes.
"bueno, loco, acaso no se puede proponer algo, proponé vos" le respondió el presi de la coope. pablo, sin embargo, dijo: "pero lo del chino está bueno, me gusta esto de evadir por las buenas..."
en seguida comenzaron a barajar nombres: acaso el chinito shai zu tai, un chico buenísimo, que se había criado en el barrio aunque alguna vez se lo conectó con pequeño negocio de estupefacientes vinculado a una banda que cayó un febrero de un año a fines de los 90. se propuso el nombre de Yan li, un hombre de bien, de hombría hombría, que supo ayudar a los vecinos y no encerrarse en ese ghetto que suelen hacer los chinos cuando van a un país que no es la china.
"Yan li, no" dijo josé, "una vez me cagó en 20 centavos, y un chino que caga una vez caga siempre, y esta vez nos va a cagar a lo grande". el presi de la coope se ofendió: "yan es mi vecino y es un hombre de hombría de bien, no te creo esa historia de los 20 centavos". sin embargo fue desconsiderado para el puesto por la cercanía que tenía con muchos de los reunidos. tenía que ser un chino cualuncue. un chino que en lo posible había que ir a buscar a la misma china. a la china de mao.

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