llueve sobre mojado
qué voy a encontrar no lo sé. pero no debe ser muy diferente a lo de siempre, porque la gente sigue siendo la misma y después de todo sólo fueron dos semanas sin pisar esa ciudad, que fueron como dos semanas re duras, pero más dura estaba la piedra. de todas maneras, no haber estado en ese momento me hace sentir que de nuevo quedo afuera. rosario esa ciudad tiene un montón de historias lindas para contar, y para callar, y además tiene amigos y muchas cosas lindas, y me voy a sacar fotos en el top ten de las esquinas.
pero lo lindo es que hoy mi abuelo me informaba, mientras me servía el tercer pedazo, que las mollejas no son las ubres de la vaca (ya habíamos comido ubres dos platos antes). las mollejas es una parte del novillo (no torito), ya que ni la vaca ni la vaquillona la poseen. es una glándula que se ubica en la parte inferior de lo que sería el cuello, y en el corazón. como para preparando alguna metáfora... apuesto que después de diez versos unos se puede hasta despojar de la cursilería.
La embarazada comentaba que es imposible explicarle a un hombre el dolor y la rareza que se sienten, o mejor dicho se experimentan, y que mínimamente se puede comparar a la imposibilidad de explicar el dolor de una patada en las pelotas. o la imposibilidad de explicar lo que es llevar una molleja en el corazón, o en la bolsa de supermercado. no?
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