martes, julio 02, 2013

decir y desdecirse

hay una fábrica de campeones en el fobal argentino a la medida de los grandes. Se le pudren un par de engranajes y la máquina explota en mil pedazos, porque no la saben aceitar. Y no van a parar hasta que se vuelva a dar la situación de que un equipo descendido juegue copas internacionales, o que un equipo que está a punto de descender salga campeón.
Es inverosimil, pero en el fondo divertido. Porque si vemos y comparamos, el mismo deporte practicado en otras latitudes es realmente lo más monótono y aburrido que hay. Juegan bien, el Barça, el Manchester (los dos), da gusto ver a la Juve, al PSG, a los equipos alemanes (conservo mi bronca contra los alemanes después de Italia 90, intacta). Y eso no es nada, me parece genial disfrutar de los equipos de segunda y tercera línea, ver cómo se motivan esos jugadores cuando les toca jugar contra los que van punteros, arrasando con todo. Ver cómo imitan esas jugadas en velocidad, con toque rápidos, proyección de defensores, dominio de balón cambios de frente al milímetro. Son bellos, y predecibles. Cinco fechas antes del final del torneo largo ya tenemos campeón, y es siempre el mismo, pareciera: Arsenal, Real Madrid, siempre los mismos, Lyon, Marsella, Lokomotiv. Siempre se pasan los lauros entre dos o tres, y cuando aparece uno distinto, por instinto, ahí festejamos todos la gloria del pobre, del chico, del que sale campeón una vez cada 30 años o cada 50, y que ha formado un gran equipo que el año siguiente se ilusionará con repetir la gloria en copas internacionales, quizás llegue a semifinales de champions, y el equipo empiece a arrastrar malestares, los dueños del club probablemente vendan a uno o dos jugadores, a la siguiente temporada el equipo perderá 3 partidos seguidos, el técnico rescindirá su contrato y todo volverá a la normalidad de la mediocridad y el recuerdo de aquella casi hazaña en la que David otra vez venció a Goliat.
Y estar del lado de Goliat sigue siendo estar al lado del más fuerte, aun cuando el más fuerte termine siendo el más débil, porque el más débil en el fondo es más fuerte. A ver, quieren seguir festejando? festejen todo lo que quieran, pero acá no se entiende estas configuraciones de torneos en que hay dos campeones y después hay un supercampeón que es más campeón que todos, y que se vayan a la B los equipos que en los últimos 3 años sumaron pocos puntos, y no los que salieron últimos en el campeonato. A quién se quiere favorecer? Claro, estos clubes de cabotaje que tenemos, esta flor y nata de la mediocridad (estoy hablando del negocio!!!!) que hace que un jugador haga dos pases, una asistencia y ya cotice en bolsa de NY y lo vendan a precio moderado a un club que después exorbitará y pateará el tablero del mercado de pases porque en el siguiente partido el tipo hizo una rabona. Por dios, violencia es mentir. La violencia en el fútbol está en la raíz del negocio. Si el fútbol mueve tanto dinero, está claro que el dinero mueve gente. Y no se ven, pero están, los corredores de apuestas levantando los bookings este fin de semana, ahi, al lado del carrito del choripán, a metros del vendedor de banderas.
Gracias al cielo todavía hay gente que exalta el folclore: Roma está aquí. La pasión que todo esto genera, es otro partido. Ahi están cantando y saltando, llorando, sí, llorando de alegría y gritando de emoción. Ese es otro partido. Como es otro partido cuando se juntan dos amigos que a su vez son seguidores de equipos oponentes, y empiezan a correr el chisme, el ruido, la gastadita procaz, el silbido. Y se ríen los amigos, se quieren. Se abrazan en un gol imposible, porque la amistad es así, es un gol. Cuántos goles pensás que podés hacer en tu vida?
Pero ahora la AFA no sabe qué hacer: inventó una vergüenza y no la puede desinventar, entonces para arreglarla hizo una seguidilla de vengüenzas, imitando quizás otros campeonatos latinoamericanos tan inentendibles como efectivos: sale campeón siempre David. Goliat está desesperado, si no gana un campeonato va a dejar de ser Goliat y va a empezar a ser David, piensa, y se invertirán los roles. Y a la AFA esto también le preocupa, porque qué va a pensar la gente, tantos años de trayectoria. Pero el mercado de pases ya está abierto y circulan las divisas como nunca, el papá y la mamá se mudan a una zona residencial de puta madre, el pibe vuelve de europa de vacaciones, se esconde en la casa de los padres, ve un par de noches a los amigos de la infancia que si no fuera porque es un ídolo ya lo habrían olvidado hace rato, porque qué clase de amistad es la de un tipo que se fue en el mejor momento de la juventud, qué clase de amistad es la de un tipo que no se puede tomar una cerveza porque tiene que entregar. Pero la rompió, es el tito de esperándolo a tito, y ahora juegan un partidito a la tarde, y tito les pinta la cara a los del otro barrio, y después se vuelve a su club.
AFa está preocupada, porque es un bochorno: necesitamos 5 campeones por año, hagamos algo, dice el presidente de un club "chico". Es dueño de la fábrica de cotillón y también contrabandea petardos, se llena de guita cada vez que hay un campeón, vende la fabricación entera de 3 meses. Claro, al hacer torneos cada vez más cortos podemos tener un mercado de pases eternamente abierto, sobre todo por si vienen del liverpool, y se quieren llevar a huguito, en cualquier momento. Es un volante por izquierda que se parece a hugo fattoruso, pero se llama cristian. El relator le puso el sobrenombre huguito porque fattoruso se hizo conocido ahora como el david de otro goliat, y es un referente.

El equipo del parque es un digno campeón. Su dirigencia y el técnico hicieron algo que no hizo nadie: armaron un equipo que juega a la pelota. Los hinchas se cebaron un poco, se exacerbaron en los festejos, lo necesario como para intentar opacar lo que fue la verdadera proeza del otro equipo de la ciudad: volver de la muerte. Es fácil salir campeón: solamente hay que hacer las cosas bien. No voy a quitar méritos, es lo que corresponde, cuando alguien hace todo bien solo hay que felicitarlo y decirle "sos el campeón". Pero volver de la muerte, eso lo hizo una vez un tipo, que estuvo 3 días enterrado, que fueron como 3 años en la B, y todos lo lloraban como lloramos a Central. Y un día, con toda la nobleza que se merece el gesto, volvió.
Les dio terror esto a los hinchas rojineros que tuvieron que armar un escándalo por algo que estuvo bien, solamente bien. Son grandilocuentes, y esto también está muy bien. Felicitaciones.
Pero se necesitan reglas claras, o mejor: se necesitan reglas. Porque sino vamos a dejar de tener ganadores para concentrarnos en los perdedores (cf independiente), y solamente vamos a vivir en la lamentela de los que se van a la B y el drama de irse a la B y de ser tan pobres que vamos a necesitar la limosna de cada sábado o domingo. Y nos volveremos mediocres, morbosos. Nos vamos a relamer en la miseria, nos vamos a regodear con el descenso ajeno, y vamos a tener 17 campeones contra 3 perdedores, 17 perfecto zafadores contra 3 roñosos equipos que se van a la B por año.
Y eso, señores, con perdón de las damas, es la mierda.

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