jueves, junio 30, 2011

NYCXV


Se agotan los saldos, se agotan las energías. Se agotan las entradas. Todo va fluyendo gota a gota hasta que ya no queda más. Hasta la última gota de sangre, hasta la gota gorda, hasta desagotar las cañerías.

Los estados de la materia son líquido líquido y líquido. Un líquido que sale del pene, una partícula infinita de ese líquido sos vos, soy yo, somos todos. La otra parte se va por las alcantarillas, y nadie hace nada. Somos líquido, somos agua. La sangre no es agua: en algo nos parecemos, tú y yo a la nieve, tú en lo blanca y galana, yo en deshacerme.

Nueva York está rodeada de agua, por todas partes la gente cruza puentes, todos los días los puentes se rompen para que un suicida vuelva a intentar perder la vida como si eso tuviera algún sentido. Pero nadie se acuerda del suicida porque el mundo ya no se acuerda de nadie, ni de vos, ni de mi, ni de diego armando maradona. Ya nos vamos yendo todos, con nuestros hermanitos perdidos y nuestros hijos desechados, por las alcantarillas. Una chica toma el anticonceptual, otra se saca el fétido peso de la placentera noche de verano. Todos por igual ca ca ca ca ca ca. The KKK took my baby away.

Agua para Nueva York: la ciudad con mayor cantidad de habitantes por litro de agua potable de reserva en el océano glaciar ártico. Ya tienen compradas las millones y millones de botellas que contaminarán el mar dentro de cien años, hacen bien, piensan en los hijos de los hijos de sus hijos, suponen que no se irán por las alcantarillas. Por qué no les van comprando también las pastillitas de éstasis para sus fiestas reifs que se van a dar dentro de 100 años? Tan precavidos, ellos que tuvieron que romperse las costillas trabajando, qué otra cosa pueden desear para sus hijos, qué más y mejor regalo les pueden otorgar que la posibilidad de no tener que trabajar, de ser por fin unos esclavistas hijos de puta. Todo amo desea un esclavo. Todo esclavo desea ser amo.

Lucha de clases. Carlitos mar se hacía un festín por las calles de Nueva York. Porque sí, para escribir el capital tuvo que visitar la capital del mundo, donde todo es verdad. Acá solo hace falta que un lider se atreva a apretar ese botón, ese botón rojo y se autodestruirán todos los ejemplares de los libros de Marx, de papel o digital, o como sea. Desaparecerán. No lo hacen por compasión, no lo hacen porque defienden, acá sí, por fin alguien, defienden la libertad.

La libertad de expresión, la libertad de vivir en libertad, la libertad de la estatua que te recibe con su antorcha para iluminarte en tu camino de la libertad, porque la libertad es la luz, la iluminación, la luminaria, la luz del saber. Estudia y eso te hará libre, estudia y sabrás valorar la libertad. Libres nos hizo dios, esclavos nos hace Marx. Pero para ser definitivamente libres debemos conocer a Marx y sus ideas esclavistas.

Nueva York, ese oasis en el desértico camino hacia la libertad. Una estatua te recibe a tu nueva vida, la nueva vida en Nueva York. Qué quieres ser? mecánico de automóviles? En la calle 33th puedes encontrar un local, alquilarlo a un módico precio, algo que recuperarás por lo menos en los próximos años, ahi tienes una fosa y toda la grasa lista para manchar tu cuerpo, como mecánico que quieres ser. Acaso quieres ser abogado de una prestigiosa oficina de abogados? Ahi tienes un montón de gente fresca, ofreciendo a cambio de poca cosa sus cabezas, sus riquezas, sus malezas. A dónde quieres ir? aqui tienes todo, en Nueva York, la ciudad que nunca duerme.

Vamos a bailar? danza conmigo, dancemos esta música como fred astaire con ginger rogers, aqui me tienes, baila, vuiela, sedúceme tal como eres, Nueva, York, mirame cómo zapateo, un zapato mío vuela por sobre tu cabeza y tú no te das cuenta, mis medias se rompen bailando al compás de esta música que canta Frank Sinatra, y yo soy Fred Astaire sin medias, y sin pantalones, y sin camisa ni saco, me desnudaré para dormir en central park esta noche de verano. Me voy a dar un chapuzón en tu laguito, voy a lanzarme a todo motor, voy a secuestrar una lancha un yate y voy a recorrer el río hasta llegar a la desembocadura del mar, y voy a ser james bond, perseguido por sus socios de la CIA, la compañia de Nueva York. Una mujer hermosa saldrá de los camarotes, vestida de fiesta con un vestido negro, escotado, brillante, tomará dos copas, les servirá champán y se acercará a mi, el timonero fiel al timonel del yate, y sin más navegaremos directamente hacia el triángulo de las bermudas para desaparecer para siempre en la alcantarilla del planeta, con la felicidad extrema de desaparecer del planeta haciendo lo que más nos gusta, jugando al pool en la mesa del yate. Meciéndose el yate, empujando las bolas de un lado a otro, esquivándole a los hoyos... Una música sonará y bailaremos, como Fred Astaire y Ginger Rogers, ella reirá, entonces volveremos a Nueva York, bailando en un barco, como en esa película en que Fred baila en la cubierta de un barco, y baila en las escaleras y baila en el salón, y baila en la chimenea, pero no, volveremos hasta Nueva York y haremos la danza de la lluvia y bailaremos in the rain, porque ahora mismo empieza a llover en Nueva York, y yo estoy loco, loco, loco. Y soy libre, porque por fin la estatua me dio la luz y la luz me dio la libertad.

Hoy voy a comprar acciones en wall street. Microsoft, coca cola, google, burguer king, movicom, starbucks, no pueden fallar. Mañana voy a ser rico, millonario, y voy a ser tan rico que Nueva York me va a pedir que me quede para siempre, que no me vaya, que no me tenga que ir ya nunca más.

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