viernes, agosto 24, 2007

la salamandra

el dulce de leche que esta mañana me comí con unas tostadas espectaculares y un super mate cocido en jarra de bir, ese dulce de leche comprado con amor de madre y enviado a su hijo con amor de madre, a través de gente que viaje y le ocupe 1 kg de maleta, ese dulce, hecho con leche, entera y azucar y glucosa, y al que le pusieron bicarbonato de sodio para controlar la acidez y vainilla como aromatizante, ese mismo dulce de leche que una vez abierto debe ser conservado a una temperatura no mayor de 2º C para que no se amale, ese dulce de leche que en su tarro de lata dice que fue fabricado el 26 de diciembre de 2006 (en el momento en que sostenía la tostada y se traslucía el brillo de luz que entraba por la ventana catalanísima a iluminar el verde mate cocido generando un haz verdoso que junto a la tostada untada me hiciera recordar una bandera estudiada en una tarde de mi infancia, como un proust gauchito, mientras tomaba la merienda en la casa de calle alsina y miraba la página colorida de banderas del mundo del diccionario aristos y ya no sé si la merienda o la luz o todo junto me hacen acordar a todo eso, pero en el momento actual, pensaba mientras miraba la fecha del fondo del tarro qué estaría haciendo yo en esa fecha del último diciembre) y que debe ser consumido preferentemente antes del 26 de diciembre del 2007 (y al ver la fecha de vencimiento llegué a pensar como un supersticioso que qué estaré haciendo yo para esta nueva fecha por venir, dónde me encontrará, cuál será mi estado de ánimo, qué preocupaciones nuevas tendré, qué energías y cómo será el día, qué temperatura qué humedad, y cómo se reflejará eso en mi ánimo, es decir, esa fecha, un día después de navidad, dos días antes de la fiesta de los inocentes, en argentina calor, semana vacacional, en europa frio, semana vacacional. siempre dije que la mejor semana del año es la que está entre navidad y año nuevo, y debe ser porque recuerdo que siempre fui feliz en esas fechas, quizas por eso de que el verano y las cosas que se hacen en verano como jugar, porque no recuerdo haber tenido que estudiar en verano excepto en la época universitaria en que trabajaba además pero ya la historia habría cambiado porque en esa época eran los asados con los amigos los que adornaban esa semana feliz, y qué asados, donde sí se regaba el vino con alegría y sobre todo la alegría de "estar todos", porque esas son las fechas tan especiales en que siempre están todos...), es decir, en un año exacto, ese dulce de leche que untado en la tostada parecía no dejar espacio vacío, que quisiera ocupar todo el espacio de la tostada y del mundo (una tostada es el teatro del mundo como una locomotora es la fakin yoconda...), ese tarro de dulce de leche, azul, la salamandra, ese dulce de leche estaba bien, bien...

qué té qué madalena

1 comentario:

Unknown dijo...

a mi mi viejo me mandó el suplemento de la capital del día siguiente de la muerte del negro fontanarrosa y tamb un homenaje que le hicieron en el diario perfil. me lo mandó tamb por alguien que vino, ves, a mi tamb me quiere mi viejo (creo que soy su preferida... jiji) besosssssssssss, meli.,