martes, agosto 15, 2006

desalineados

Que no peito dos desafinados, também bate um coraçao



de todos los partidos que perdí ninguno me dolió tanto como ese contra chaca. chaca estaba terrible. tenía un timing que no se qué. llegaba a todas las pelotas, las corría por aca y por allá. yo ya no sabía ni qué hacer. pero al final del partido todos me dijeron "bien campeón, no jugaste mal", y después todos dijeron que la forma en que había ganado chaca era dudosa, y que siempre pero siempre iba a ser yo el campeón moral. pero lo dudo, ahora me duele más.

no sé ganar. si te digo que perdí tantos partidos que no puedo ni contar, y los partidos que gané, que sé que gané, es como si los hubiese perdido también. no puedo no decir que no he empatado, los empates no me gustan, no los prefiero. es que tengo esa manía de esperar ese gran partido, esa victoria sublime, ese desbarroque final. hay un partido que me espera y que voy a ganar, hay una hinchada preparada que tiene las botellas compradas. pero no puedo ganar así nomás, no me gustan las cosas sencillas. no me interesa ganar con lo justo y sufriendo, no me interesa ganar con goleada y baile. no me importa nada. este partido que voy a ganar va aser un triunfo, lo voy a ganar con sencillez, lujo y exotismo, me interesa sobre todo la elegancia, la sutil elegancia. la fiesta preparada no me condiciona, voy ganar, tengo que ganar, quiero ganar.

la campaña del 83 fue la más dura. estabamos entrenando en los parajes de la estancia el mojón 842, teníamos las vacas tan cerca que no nos podíamos concentrar. marcelo se quiso culear una vaca ahi nomas, pero lo pudimos convencer de que era peligrosisimo, que podía darle una patada, o quedar embarazada... marcelo estaba que no daba más, se quería culear todo, se escondía detrás de algunos árboles vaya a saber uno a hacer qué, dudo que se culeara a los árboles, aunque entra en la posibilidad. un día deliró y empezó a decir que se había culeado un pájaro carpintero, pero que parecía una lora, y hablaba de la concha de la lora y esas cosas. nosotros le dijimos que cuidara el vocabulario porque lo ibamos a tener que expulsar del equipo. porque todo bien con culear y con concha de la lora, pero ya que diga palabras comprometentes como por ejemplo "la agarré" o "me agarró" era demasiado. tanto garche, tanta cosa nos dejó mal. tanto que al poco tiempo cristian prenió a la novia, y teodoro una perra. teodoro era nuestro perro, la mascota del equipo. algunos los llamaban teofilo y otros agamenón. saulio, que era peón de campo, le gustaba agamenón pero no lo podía pronunciar bien entonces decía agarrenmelon agarrenmelón, todos se reian. yo que era de los más avispaditos de los muchachos no embaracé a ninguna. no lo necesitaba, me sabía cuidar. y uno cuando sabe sabe...

ahora está dura, está difícil. lo sé, nunca tuve estas épocas tan duras como esta de ahora, pero no me lamento. uno se hace fuerte, se hace. uno aprende que las cosas pasan por otro lado, por las cosas sencillas: la luz del día, el calor del hogar, los niños jugando en la vereda, las películas porno... hay que saber apreciar todo en su justa medida. quien no lo hace es un vago de porquería. a mi eso no me gusta, la gente que es vaga, que vaguea. a mi me gusta la gente que tiene pilas loco, que le pone pilas a la vida, que sale a trabajar todos los días, que almuerza, que sabe brindar con copas de cristal, que va a la calle a gritar te quiero, que desayuna papas fritas. hay que jugarsela, hay que dejarse de romper las pelotas y jugarsela, quemar las naves dijo pinzón, agarrar el toro por las astas y este es un toro que tiene las astas hasta el cuello... dejarse de joder, ese es el concecto, dejarse de joder...

y ahora si quieren bailar busquen otro timbalero...

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