viernes, marzo 02, 2018

afinación

Un día no hace mucho mi amigo el pianista me llamó desde un país remoto por skype y tocó algo con un piano desafinado en el lobby de un hotel. Tiempo después me habló de que estaba experimentando nuevas afinaciones en los instrumentos, siguiendo una linea con el universo.
No tardó mucho en aparecer un músico famoso haciendo payasadas con las cuerdas del piano y cantando histriónicamente. Mi amigo a ese músico no lo vio, pero después de eso no lo vi más hacer experimentos, se dedicó solamente a tocar el instrumento.
Mi amigo, que conoce perfectamente mi piano (y que cuando viene de visita no lo toca porque está muy desafinado aunque él aparenta no hacerlo por respeto a los vecinos), también es protagonista de la historia. Porque mi madre, que es su madrina, después de haber ejecutado para nosotros en sucesivas oportunidades osías el osito en mameluco, manuelita vivía en pehuajó y estamos invitados a tomar el té, había sido la última en tocar acordes completos acompañándose con la otra mano sobre el teclado. Hasta que llegó mi amigo y lo tocó un par de veces, transformándose él mismo en el último ejecutante de una pieza de música sobre el teclado abandonado y eternamente silecioso del piano que ocupa un lugar en mi casa, el lugar en el que seguramente en breve habrá otra cosa, una biblioteca, o cualquier otra cosa, pero para siempre será el lugar en donde estaba el piano.

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