miércoles, diciembre 05, 2012

tocaremos hasta que aclare

éramos tan pobres que no podía invitar a salir a ninguna chica. es que no podía invitarla a tomar una cerveza, no sé, un vino, invitarla a pasear en mi coche. No tenía coche, hubiera podido invitarla a pasear a pie. Es romántico cuando se pasea a pie, se trata de elegir las mejores calles, las más pintorescas, para hablar del amor. Pero no sucedía, quién pasearía con un pobre. No digo que no lo haya intentado, lo intenté cuatro veces y quizás debería haberlo intentado cinco, pero éramos tan pobres, tan pobres, que no tuve ya tiempo porque tenía que ir a trabajar y la vida del trabajador, viste pibe cómo es, es tiempo completo. Había que trabajar para salir de pobre, para poder invitar a salir a pasear a una chica, pero sólo podíamos ganar dinero como para llegar a fin de mes, con suerte, sin tomar demasiada deuda. A veces los sábados que no trabajaba íbamos con unos amigos a tomar una cerveza (una) a un bar, no podía ni emborracharme con mi dinero, pero por suerte, no sé por qué razón o exactamente qué tipo de casualidad, dije algo que hizo reir al dueño del local que casualmente pasaba a mirar las cuentas. Empezaron a regalarme cervezas desde entonces y me emborrachaba a más no poder algunos de esos sábados desesperanzadores. Borracho como estaba, no podía acercarmele a ninguna mujer, era desagradable el espectáculo que daba, mientras hacía chistes de obreros de la fábrica de cartón en la que trabajaba como obrero. Sabés cómo le dicen al obrero de la fábrica de cartón, decía en esa época, era mi chiste favorito. Después, cuando me echaron de la fábrica, nos echaron a todos porque tuvo que cerrar porque iba a ser trasladada a Brasil, después, decía, cuando se terminaron los chistes, más pobres que nunca, tuvimos que ponernos a hacer cada cosa que ni te cuento. Pero salir de pobre, estaba difícil, y conseguir una novia, bueno, tenía que ser más pobre que uno, y ni siquiera eso era posible, no conocí nunca a nadie más pobre que yo, qué querés que te diga. Así se va la vida. Entre el laburo y respirar. Para qué te voy a mentir.

No hay comentarios.: