martes, diciembre 04, 2012

era una ciudad

era una ciudad perdida en la pampa húmeda. con aires de grandeza, sí, pero tan dividida que se quedaba en el chiquitaje. Le dicen así cuando alguien se pierde por su propia soberbia.
Al principio la gente decía orgullosa sus posesiones, contaba que tenía una cantidad de dinero guardada en un lugar recóndito, ostentaban carruajes orlados y brillosos. Se lamentaban que en otra ciudad la gente pobre se divirtiera más, se escandalizaban. Le pedían a dios que por favor no permitiera semejante atropello, que en otros lados otros la pasen mejor que ellos era inadmisible.
Pero era un problema de política. Primero les quitaron algunos vasos comunicantes, después, poco a poco, se fueron echando a perder los colectivos que llevaban y traían a la poca gente que todavía viajaba para comerciar, y no los arreglaron. Al tiempo solamente podía viajar aquel que tenía un vehículo propio, y por una ruta arruinada, lo cual ponía en riesgo su posesión.
Un día ya nadie pudo viajar, pero no a muchas personas les importó, porque en realidad ellos tenían todo, no necesitaban nada de exterior, y además tenían internet, un dispositivo para poder saber lo que pasaba en el mundo que realmente les interesaba: europa y miami.
Aun así los puentes quedaron en pie, las rutas estaban arruinadas, pero los puentes todavía se podían cruzar. Qué iban a hacer con tantas posesiones? Ellos no podían descuidarlas, irse de ahi. Bueno, alguien podría llegar cruzando el puente, quién lo iba a decir... 

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