jueves, junio 30, 2011

NYCIV

Son las cuatro y no puedo dormir. Salgo a la calle a pelear por mi. Solo me muevo bien. Y la noche me toma por rehén. Tengo a un ruso y a un yanqui dentro de mi habitación. No es verdad. Estoy solo. No hay luces, están apagadas las luces en mi habitación de hotel en la ciudad que nunca duerme. Y ahora sé por qué es la ciudad que nunca duerme. Aunque no siento ni ruidos ni nada por el estilo, pero no hay manera que me pueda concentrar en dormir.

El avión aterrizó, todo normal para los que viajan siempre en avión. Yo acostumbrado a no viajar en avión sentí un leve cosquilleo en mi interior, y no era la emoción por haber llegado. Eran ganas de ir al baño, y en el avión no pude superar mi negación a los baños públicos. Pero por suerte en el aeropuerto, luego de pasar la puerta que ahi llaman the door of freedom, tuve que apuntarle a los sanitarios y me encontré que tienen un espacio tan grande como jamás hubiera imaginado. Para qué tanto baño, me pregunto. Llegué a contar 33 compartimentos de inodoros, sin bidet por supuesto, todos perfectamente limpios y ordenados. Pensé en que los arquitectos de USA juegan a la numerología. Después recordé que muchos de ellos estudian en Hardvard, lo que lo hace imposible. Hardvard, ¿duro de vardear? Cambridge, ¿puente de cámara? ¿ven puente?

Mi inglés se vio en serios problemas, por primera vez en la vida. Yo siempre supe que hablaba muy bien, sobre todo cuiando nos visitó Yony, un estudiante de intercambio, que me enseñó a pronunciar correctamente NBA, fantastic, you know... siempre hablé inglés a la perfección, incluso con mis amigos siempre hablamos en inglés. Pero cuando salí de mi compartimento en el baño estaba perdido, lost in traslation. Perdido en el baño del aeropuerto de Nueva York, ese laberinto traicionero. Después de quince minutos entró una persona y entonces intenté comunicarme. Qué vergüenza, mi dios! el tipo no me entendía, quizás haya sido anormal, o extranjero. Estos extranjeros nunca ponen la menor buena intención en querer aprender inglés, la lengua oficial. Tenía cara de chino, pero no recuerdo bien, porque tuve que tomar la decisión de salir corriendo antes que me pegara luego de que le gritara "entendeme dónde está la salida del baño".

Es inútil. La gente no sabe hablar. Con el único que pude tener una conversación fluida en perfecto inglés fue con el recepcionista del hotel. El taxista que me trajo hablaba español por suerte, así que ese no cuenta.

El tipo del hotel me recomendó un par de cosas para ver. Mañana mismo voy a hacer eso, voy a visitar la casa de los Simpsons en Staten Island. Hay que tomarse el ferry y después ir hasta no sé dónde. Mañana cuando me levante le pregunto de nuevo. Y si no está? Mejor voy ahora que estoy sin dormir. No, va a pensar que estoy loco. Mejor voy mañana. Pero a lo mejor no está, pero va a haber otra persona que me va a saber decir. Y si no sabe nada? Y si me quiere recomendar otra cosa? Yo quiero ir a springfieldville en staten island a conocer a homero. Y quiero ir a desayunar un café con leche a central perk, a ver si me cruzo con rachel o monica. Hola rachel! cómo estás? qué linda que sos... siempre te sigo en tus películas, me encantan. rachel, mmmm, rachel rachel. A ver si así me puedo dormir. pensando en rachel, la rachel cuando hacía chistes, rachel corriendo, rachel desnuda en viviendo con mi ex, que lindos vestidos rachel y qué peinados, y monica monica, monica de mi vida, rachel...

No poder dormir, y sentir ese pitido que me molesta. Toda una vida ya escuchando ese piii que tiene el silencio de la noche. El pi que te injerta el ruido del día, el pitido del infinito. No conocer el silencio de por vida, es una especie de condena, de cárcel abierta. Tendrá ese pitido la muerte, no es una pregunta. La tendrá seguramente. O como cuando suena un grito, es un eco, el eco que llega con mucho retardo, el eco de una voz perdida hace mucho tiempo. Una voz que me reta por no haber hecho la tarea otra vez. El eco de la vida ahora me lo traje a la gran ciudad, suena el eco de mis fracasos en este sucio hotel de manhattan, o no sé ni siquiera dónde estoy. No es Brooklyn? Si salgo ahora a la calle quizás me maten, es harlem? estarán los globber trotters del otro lado de la calle esperandome con navajas? Eso era antes, cuando existía king kong. o era en hong kong que pasaba? no sé. Yo siento un pitido y a lo mejor es un eco, una voz extraña que intenta decirme cosas que ya no puedo ni quiero comprender, porque no me importa, porque todo lo que importa ahora es que estoy cumpliendo el sueño de toda una vida. Voy a amanecer en Nueva York, estoy en Nueva York Nueva York. Estoy a cuadras del rachel.

son las cinco e la mañana y no he dormido nada pensando en tu mirada ....

voy a planificar para hacer las cosas bien. mañana desayuno en el hotel, pasado en central perk. Dónde quedará central perk? algún recepcionista debe saber. no puedo dormir. ya basta. ese pitido, maldita sea maldito el mundo. tendría que haberse caído el avión puto.

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