jueves, junio 30, 2011

NJI


Digno de contarse: hoy salí a la vereda del hotel con el mate preparado y todas las ganas de vivir una nueva aventura. Me acompañaban el clima, las ganas de vivir, la foto de marilyn monroe agarrándose las faldas ventiladas. En qué lugar de Nueva York se habrá sacado la foto, me preguntaba. Qué cóncavo convexo habrá imaginado que una diva sea inmortalizada junto a la figura del vientito. Su vestido blanco, anotaba blando, emula la cruz roja en la gorra del che guevara. Símbolos, si los hubiera, de una civilización que traspasa una época, como pasar de la edad moderna a la contemporánea. Qué interlocutor, pensaba, se dignaría en este tipo de conversaciones a desdecirme.

No, la lucidez en el día de la fecha es solo mía. Cinco de junio de mil novescientos ochenta y dos. Miento con la fecha porque me parece poético. Repito, la lucidez es solo mía hoy. Te humilla.

Luz, lucidez. Nube aceptada, se fue la lluvia pero un cumulus limbus acompaña la llegada del amarillo ser que detengo con el saludo fascista. Esa metáfora se la robé a alguien y ya no recuerdo a quién.

Señor taximetrero, le digo, lleveme donde los hombre necesiten tus palabras necesiten tus ganas de vivir, aleluya. Es el recuerdo de un cántico de mi pasado paso por alguna religión que usa el aleluya. Alelulla, pienso en shrek. Al el uja. No le digo eso esatamente. Le digo al subir a su carroza color banana al punto: Tu de liberty!

Qué emoción, por fin subir a esa cabeza pinchuda traida de Paris, dato que ninguna Paris Hilton debería ignorar.

That is like expensive, retruca el colaborador chofero. Would be, hubiera dicho yo, en mi perfectísimo inglés que los nativos no pueden calcular.

Nou Nou, tu de statiu. Stadium? no Statiu of liberty.

El coche tomó una dirección inusitada. En realidad no me había estudiado el mapa esta mañana justo justo, pero lo pude repasar hoy luego del loco viaje que me tocó, y ya no me harán más estos trikebalakes de llevarme a cualquier lado. Pensé, con optimismo, que a pesar de parecer que nos alejábamos de la estatua de la libertad, el tipo conocería otra manera de llegar, más accesible, más rápida. Solo los buenos taxistas saben el modo de garchar las avenidas transformándolas en autopistas.

No le rompí la cara al hijo de puta porque soy anti violento. Me cobró lo mismo de cualquier manera, cuando se dio cuenta que efectivamente había equivocado la dirección. Bueno, según él yo no me hice entender. Me dejó en la parada de la terminal C de Newark Liberty Airport. No quise conversación, me bajé y me tomé unos matecitos viendo cómo partían los aviones hacia cualquier lado.

Pues sí, conocí New Jersey, la ciudad de al lado de Nueva York. Son como la misma ciudad, una pegada a la otra. Pero ahi vive la gente que se dedica a no llegar nunca a Nueva York, son los que siempre están a un pasito, ahi cerquita, pero never in the center of the world.

New jersey. Qué tristeza más amarga. No había una canción para New Jersey como para New York. No hubo jamás un Frank Sinatra para tan triste destino del universo.

Pero me encantó. Algún día iba a tener que ir. Y sumo un puntito más en el concurso de ciudades del mundo que conozco. Patié dos o tres cuadras, por no decir otra vez el chiste, seis, siete...

Una señora de alta edad me habló. Yo respondí con desdén. Los chicos jugaban en la vereda. Pasaron los bomberos. Un grupo de vagos envidiaban mi mate.

Tomé un bus, luego un tren, luego un flash, luego un rock, luego un fire. Faia! Canté todo el viaje la canción de los doors, inspirado por una chica prosti que le pedía fuego a un cliente que se le paró a preguntar Jau mach.

3 a 1 salieron en el match de las cinco, campeones dallas mavericks en el de las once de la noche.

Si me llego a poder dormir mañana voy a la estatua de la libertad. Iré en tren, no en avión. Esta gente no quiere comunicarse conmigo, si no me ubicare pasare por lo del Dani, mi amigo argentino, y preguntare qué tren me deja en la estatura de la libertad.

Freedom. Nunca me sentí tan libre como hoy, siento que vuelo en alfombra mágica de mil colores con el solo hecho de estar pisando esta ciudad. Me refiero a Nueva York, que Nueva Jersey es una porquería al lado de esta.

Bueno, vuelvo al sobre. Sobre, llamar a casa para avisar que estoy bien. Anoto.

No hay comentarios.: