viernes, agosto 20, 2010

sacco y vanzetti de giuliano montaldo


Nicola e Bartolomeo, morti dalla libertà

sacco y vanzetti eran dos italianos exiliados en Estados Unidos por causas de fuerza mayor. En una época era irse o morir de hambre. No es verdad que todos hayan tenido en italia por igual esta opción, algunos alcanzaban a comer. Pero sí es verdad que para muchos se planteó de esa manera la opción: irse o morir.

Por cuestiones de herencia? quién sabe. Por cuestiones de ambición? cómo podremos ahora confirmarlo?

Lo cierto es en muchos de nosotros una cuestión de sangre, y de cultura y de origen. Mi modo de hablar dice más de lo que digo: dice que es muy probable (como lo es efectivamente) que sea hijo de uno de esos italianos que tuvieron el dichoso dilema ante su conciencia: irse o nadar en la nada.



Italia tiene una historia sindicalista que todo peronismo envidia. La conciencia de clase es algo milenario, cala profundamente en los cuerpos, la sensción de desigualdad crece por cada pelo del cuerpo. No hay morfina para esa caspa.



Sacco y vanzetti, de giuliano montaldo, una cinta que ha perdido calidad de color y no ha perdido vigencia. Un film más pero quizás uno de los primeros y más importantes en la larga serie del género trial, ese género que siempre denuncia lo mismo: mueren inocentes matados por asesinos absurdos y cínicos y crueles jueces corruptos dominados por una ideología que idolatra el poder económico por sobre toda vida humana.

Que se caga perfectamente en vos y en mi, e incluso en nosotros todos juntos.

cagar

cagar





Sacco y Vanzetti, con perfectos discursos, lúcidos, se transforman en símbolo de una lucha. Sus nombres sobreviven como banderas. Mueren agradecidos por ser elevados sin quererlo, sin buscarlo, a categoría de mito. Sacco un zapatero y Vanzetti un vendedor de pescado, personas de la calle como cualquier otro, movilizan alrededor del mundo una lucha, a la altura de cualquier che guevara. Tienen huevos para decir en su juicio "nos matan porque tenemos ideas, porque somos radicales, porque no nos queremos callar más de vivir en la injusticia, de sufrir el razismo".



Si en siglo XX se marca como el siglo en que se comienzan a alcanzar derechos civiles, abanderados no faltan.

No hay comentarios.: