miércoles, agosto 04, 2010

macaroni


El discurso de la amistad.

Sus bemoles.


Qué es la amistad sino una construcción, un lugar donde el mundo aparece ordenado. El reflejo de lo ideal. La amistad pura manda al desinterés y obliga a la memoria.

Sin embargo breve, fugaz es el momento de la felicidad, la vida trascurre también en el ámbito otro, en la añoranza de la felicidad pasada, en el deseo de la repetición.


Jack Lemon se emborracha con Marcello (grande Marcè) y no tomando doctor lemon justamente. Vuelan sus tarjetas de crédito cuando le ofrece el dinero que su amigo necesita. Están borrachos.

Jack Lemmon o Lemonn o Lemon, pero siempre con e y con o. Es él, el borrachín inescrupuloso de the days of wine and roses.


la historia es confusa en principio, como manda una buena narración: el caos debe ordenarse. Un americano llega a Napoli por cuestiones laborales. es un ejecutivo afamado de una linea aerea o una fábrica de aviones; sale en televisión. no entiende bien qué está haciendo en ese lugar del mundo. Le preguntan cómo recordaba la ciudad luego de 40 años, entonces había sido un soldado del ejército americano que había contribuido a la liberación.

Bob confiesa no recordar absolutamente nada.



Recibe la visita de un amigo en el hotel. Tony, Antonio. (Anotación: Mastroianni cun la parlad' napuletà). Él no lo recuerda. Ma come no lo recuerda? Ma si è Antonio, su gran amigo, el hermano de María, a la que tanto había amado y con la que se había comprometido.

No, no lo recuerda, no y no. Vaffanculo para cada uno, queda una foto dando vueltas.


Esa falla de la memoria es un dato: qué es la vida en esa falla? qué drama se presenta, cómo se reconstruye el pasado ante la ausencia de memoria, dimmi caro Marcel (Proust). ?


Vuelve Bob a buscar a Tony para devolverle la fotografía. En el camino todos lo saludan "l'amico americano de Antonio". Se confunde. Encuentra a Tony, comienza un recorrido por la ciudad y el llamado de la memoria (que a este punto es irrecuperable). Visitan a Maria, visitan también a la madre de Tony.

"Qué lindo es no hacer nada", esa es la vida napolitana. En dos días Bob vive más emociones que en toda su vida, si se puede decir así. Descubre y lee, ante el clásico eventual insomnio, un fajo de cartas que Tony escribió a María en nombre suyo, después que ella quedara desconsolada con la partida. 40 años de cartas de un Bob que no era él pero era él.


El punto de partida Pirandelliano, el punto donde ficción y realidad se entrelazan (no se cruzan).


antes de versar esa idea es preciso anotar que la sensación en toda la película es que están montando una escena para embaucar a un extranjero adinerado. Suena lógico, estamos hablando de Napoli, la gemela de Buenos Aires. Constantemente vemos películas en sus escenas: Nueve reinas, rosarigasinos (sobre todo en los planos previos al final). Y más, y más.


La discusión entre Bob y Tony, en medio de la borrachera: por qué has escrito esas cartas, firmadas por un Bob que no soy yo, dice, pretendiendo una rectificación humanizadora de ese personaje superheroe de papel y tinta. ante la exigencia tony responde, ese no sos vos, ese soy yo.

el autor-personaje, construye en el nombre del amigo su alter ego, su reflejo. y ante la ausencia esa construcción es despiadada, es antojadiza. la ausencia es el vacío de la imaginación, es la luz que lentamente va descubriendo cuál es la forma que sale entre las sombras, como cuando dante comienza su recorrido en el mundo ese.



otras mil cosas más siguiendo esa linea que ahora no sigo.


y después está la amistad. la incondicionalidad de la amistad, la elección de estar. todo resuelto en una serie de escenas en las que la ciudad vuelve a recorrerse en el mismo sentido, pero a toda velocidad, y de punta a punta. la trama se resuelve, el diálogo retoma sus pequeñas coronaciones. Eso que sospechábamos acerca de un posible montaje por dinero parece que puede llegar a confirmarse.

la realidad le golpea la cabeza a Marcello Mastroianni.

Un final abierto para quien así lo quiera: final feliz o final triste. una campanilla, la imagen sobre los techos de Napoli, y ya estás ahi.


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