jueves, agosto 05, 2010

cuestiones de estilo

Muchas veces nos preguntamos qué es el estilo. Yo siempre digo que es la marca, el sello de que algo es individual, hecho por uno. Dirán la firma, diré sí dale ok.
El estilo deviene evidentemente de ese filo escultor que marcó el inicio de la modernidad: el nombre del autor.
Pero la cuestión no termina ahi (mientras pienso en escribir estilo borges me sale el estilo ya mío de la disgreción constante y no proustiana, que es una disgreción fructífera, sino una disgreción manziana que se parece a una manzana pero no es un fruto ni una flor, es un pedazo de piedra lanzada al firmamento... y dónde ya estaba?). Digo, no termina ahi la cuestión: ahora tenemos una concepción mucho más amplia de lo que llamamos estilo. Tenemos casas con decorado estilo Luis XVI o estilo country. Tenemos una pintura de estilo vanguardista (ya nadie puede decir que no sabe pintar nada, porque hasta el más inútil puede piintar algo, aunque sea en un estilo manziano).

El estilo deviene en la posmodernidad en una especie de identificación cultural. Aquellos que consumen (walter te pido esta) cierto tipo de producto de la "industria cultural" o "mercado cultural" (ya no sabemos dónde estamos, en qué parte del trueque, o del enroque), aquellos serán más allegados a cierto tipo de productos que otros, valorarán cierta produción que otros no. Pensaba anoche mientras Luli miraba su novela, un buen rato después de que le durara su alegría por haber sacado la entrada para ir a Buenos Aires a ver a Drexler, y mientras gritaba desde la habitación porque en la escena 8 en que una de las 3 hermanas que viste santos está caminando triste por una calle (calculo, porque no estaba mirando yo, pero tiene que haber sido una escena del tipo crismorena en amigossonlosamigos) y gritaba "drexler, una canción de drexler", que evidentemente, se escuchaba desde donde yo estaba, usaban de cortina a lo sergio denis en amigossonlosamigos, pensaba justamente que era obvio, era obvia la asociación, qué tipo de cortina iban a poner en el programa que mira solo un sector de la populación, y no por malo sino por refinado, muy bien trabajado pero sin dudas elitista y rebuscado, inentendible (y ojalá que con la ley de medios se empiece a poblar la pantalla de programas más inentendibles para las masas y no tanta obviedad fortiana, escándalo de base acuosa, soviets) (hay que nivelar hacia arriba dijo una docente de escuela media, con alumnos que no sabían leer) decía entonces que pensaba que era obvia la asociación, y qué esperaba? que pusieran reaggeton?


No, no claudicaré ante esta tentación de ponerme a analizar letras de música que no me gusta, y que menos me hace mover las cachas. A mi me puede movilizar Cole Porter, a mi me podés llegar a llevar a algún lugar a aprender a bailar la chacarera.
La palabra perrear me parece vomitiva. Y además las perras de esos lugares usan demasiado maquillaje.

Cuestiones de estilo: estilo clásico, estilo lírico, estilo pop, estilo tango. Estilo jazz.
La míusica se interpreta y sin saber cómo, pero imagino que como a través de un mecanismo de intertextualidad similar al que funciona en la mente del autor literario, estamos siempre re interpretando. Queda la melodía en la mente del que escucha, y pronto la hace salir a partir de su propia voz, en una tonalidad por él elegida, con una escala que solo su percepción puede sostener. Y canta esa canción, que suena así, como él, como él mismo es, sencillamente.


El estilo pop es un jadeo, entre britni spirs y diego torres. El estilo clásico es básico, la escala cromática no se sale de su lugar, a diferencia del estilo lírico que es plácido domingo, que es esa leve variación antes de dar en el tono, esa subida de grave a agudo, eso que desconoce el pop que no sabe usar la nariz correctamente.
lamentablemente el estilo tango es gardel y no tanto edmundo rivero como a mi me gusta. y el estilo jazz es la revolución de toda escala, es la nota opuesta, es la llegada de la razón conjugada en el azar, es lo aleatorio constante, el juego, el semicírculo, la nota se revuelve se reclama se emparcha, se desnuda virgenmente, se apasiona se apisona y baila, incluso reaggeton.
el folclore ya no es más horacio guaraní o los chalchaleros, pero los que miran a tinelli todavía creen en los nocheros.

y todo esto porque el chofer del 110 que me traís esta mañana al yugo silbaba alegremente la canción del sapo pepe, estilo lírico.