martes, abril 17, 2007

life is prettier in underwear

debo refutar algunas de las opiniones deslizadas en el post previo (dos veces previo). no estoy de acuerdo con todas mis opiniones?, o sí?, o se complementan.

digo, existen diferentes perspectivas que no pueden ser simuntáneas, que están peleadas. como en melinda melinda, la existencia es tragicómica, y, bien pensada, es una comedia dramática. a mí me gustan las comedias románticas, y a eso viene la intensidad de cada historia, y tantos clichés.
pero hay una cosa en el funcionamiento: en las películas la historia se edita, en el resumen de cuenta la historia aparece detallada. es representación.
como se sabe, la existencia no tiene cortes: dormir es el revés del estar despierto y es parte del contínuo. el día a día, el drama de respirar cada olor a cada minuto, no puede ser pensado ni expuesto tan chabacanamente como lo ayer opinado.


el calor hoy es una realidad. la humedad hace brotar el sudor de todos lados, del piso, de la mesa, de donde menos uno se lo imagine, del pubis...
repetimos escenas, nos repetimos a nosotros mismos, repetimos el paisaje, repetimos lo que vemos. bailamos como ginger y fred (si bailar es posible, sólo como ginger y fred es bailar). pero el musical se interrumpe cuando corta la música, y hay una escalera, un auto que te lleva a casa. una cama, un sofá, la comida servida, las horas de la noche, de cada noche irreductible. cada nuevo día, la maraña de pelos en la almohada. la espalda que no quiere ponerse vertical. el oído agotado, el sueño en la frente, la música de la banda de sonido personal azotando desde temprano. y el día, con cada hora, cada minuto, cada segundo.
es difícil vérselas consigo mismo todo el tiempo. pero tenemos un mundo equipado.

los piropos me los guardo para darlos personalmente.

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