lunes, abril 16, 2007

la vida

un amigo que durante una época tuvo el vicio de escribir para un diario regional, nos regaló una vez un texto intitulado "la vida". el gran compilador conserva aun dicho texto, en las oscuridades de una hemeroteca. el haberlo conservado me da un cierto complejo de culpa: soy o no soy un h d p. to be or not to be, y sin dejar de perdonarle la vida, lo vengo hoy, mediocremente, y me me voy a poner a escribir: la perra vida.


la perra vida.

dicen que elegimos. decimos que depende todo desde el punto de vista en que se lo mire. parece que tomamos decisiones, y al final termina siendo todo un desastre, como no podía ser de otra manera. ayer nomás me decían: las elecciones que hacemos son sobre cosas muy superficiales y sin sentido, las cosas importantes pasan, o no pasan. pero uno no maneja nada.
uno no maneja nada: estamos signados por la contingencia y un destino fatal.
sin embargo, el tiempo, esa cosa inteligente e incomprensible, nos ofrece una imagen irreductible: el presente. bendito o maldito, el presente es, cuando el pasado fue y el futuro carece de entidad.
me gusta pensar en las relaciones humanas como parte de una búsqueda. no sabemos de qué se trata esa investigación, pero la seguimos a rajatabla, hasta las últimas consecuencias. queremos saber quienes somos, también queremos saber quienes somos ante los ojos de los demás.
así nos amigamos, nos enemistamos, nos amamos y nos peleamos, y nos volvemos a amar.
el amor, esa promesa siempre futura, mentor del deseo, fundamento del inconformismo, siempre se retrasa. el amor nunca puede ser esto, nada más que esto. el deseo tiene ese movimiento, nunca debe quedar conforme, porque no es una cosa, sino un motor. funciona, hace mover. moviliza. el amor, el deseo, nunca quedan conformes, nunca puede ser nada más que esto.
pongamos por caso, cómo es la perra vida: A conoce a B. B, cuando conoce a A, también conoce a C, y en relaciones de amor puede continuar una relación estable tanto con uno como con otro, y hasta con los dos al mismo tiempo. pero nuestra cultura no nos permite pensar el amor simultaneo. vivir si, pensar no. las personas víctimas de este atropello además deben ser sometidas a interrogatorios que finalizan en "la verdad es que no te entiendo".
la cultura pone en aprietos a B, la obliga a elegir. a su vez, A ve que B no se encuentra bien. como el tiempo es sucesión y nunca congelamiento, A conoce por casualidad a D. visto desde un lugar pareciera que D llega en un momento fundamental. tranquilamente todo se solucionaria si B eligiera quedarse con C y A se va con D. pero no es tan fácil: no hay posibilidades de elegir, porque si fuera por elegir, A se quedaría con B, y hasta tal vez sea correspondido. A no lo puede saber. B pasa por la angustia de saber no poder elegir, D mira todo pasar y no entiende lo que sucede, C cae en una depresión profunda.
cómo es la perra vida. pongamos por caso que todo se acomode. puede suceder. pongamos como solución que cada uno va por su lado. se separan A B C y D. pongamos que A se queda con D, y B sabe que con C muy probablemente no funcione, y entonces se mude, cambia de ciudad. C, por supuesto, esta situación lo reacomoda y lo pone nuevamente en juego, sale de la depresión y conoce a J. Pongamos por caso que J es la persona justa para C, y parece que todo va realmente bien, parece que se van a casar. puede suceder algo abrupto, pero sería complicar demasiado la historia, ellos se van a casar y van a ser felices juntos, aun cuando C es propenso a la depresión y tenga debilidades por las relaciones que lo ponen en situación de tener que esperar una decisión del otro.
porque esa es otra de las cosas: tenemos tendenca a repetirnos, y hasta muchas veces, en la repetición, nos mejoramos. mejoramos nuestra actuación. no sé bien qué tiene que ver esto con el karma.
pero volvamos a B, que es quien nos interesa. B cambia de ciudad, y conoce a H por casualidad, y a G también por casualidad. H le gusta, realmente le gusta. G es una máquina sexual. en un momento B no sabe que hacer, H le hace sentir bien, y G, casualmente, también le hace sentir bien. porque no se trata todo de sexo en la vida, pero entiendase el eufemismo: tener buen sexo significaría que dos personas se llevan realmente bien y además tienen buen sexo.
sin embargo B no puede olvidar a A que está con D. porque A reunía esas dos cosas, como que superficialmente y profundamente había lo que algunos llaman "química", y para B, mucha química.
A con D comienzan a andar mal. D tiene paranoias y A no lo puede soportar más. D cree que B sigue dando vueltas, y A ya no sabe que hacer para convercer a D de que no es así. sin embargo la cita hace que el fantasma de B en A reaparezca. A comienza a buscar a B, y no le dice nada a D. la relación comienza a enfermar y todo acaba con un gran lío. A se separa de D, y sale a la búsqueda de B que en este momento está entre H y G. cómo es la perra vida!
D hace su búsqueda por otro lado. en principio intenta sanar haciendose consciente de todo lo sucedido: la paranoia es algo feo, pero la historia hace aparecer la enfermedad para la que no hay anticuerpos. si en la vida de A no hubiese habido B, D no sufriría de paranoia o celos, o como se lo quiera llamar. a su vez, si D hubiese tenido una historia anterior a A, seria o reflexiva, tal vez la relación con A la hubiese vivido de otra manera y la paranoia no hubiese profundizado la "grieta". pero ahora sucedió lo sucedido, y D debe recomponer su vida. para ello conoce a F. le hace bien. F acaba de romper una relación de mucho tiempo con O, y D realmente le gusta y le cae muy bien. pero no quiere volver a los problemas de las relaciones que acaba de sufrir con O y entonces, dicen tener una relación light.
esto de las rupturas y uniones es típico de la contemporaneidad. como dice el licenciado mendoza, "es un síntoma de la época". la relación univoca desaparece, porque no existe más la relación univoca con el mundo en sí. somos seres múltiples y animales cambiantes, y la razón es la base de la justificación (que para nada es peyorativa, es la misma realidad: tenemos que razonar, ordenar...). el hombre uno, centro del universo, ha desaparecido.
homo homine lupus: el hombre es el lobo del hombre. todavía no sabemos si en el tiempo nos construímos o es que nos vamos deshaciendo. es una decisión fundamental, pero... alea jacta est. la suerte ha sido echada, y no podemos elegir nada en realidad: parece que elegimos, parece que tomamos decisiones, pero no, es todo mentira: el mundo hace con nosotros plastimasa y ahi vamos, y para colmo de males cantamos una canción bonita.
a dónde ha ido a parar A. tenía tanto amor. A va en búsqueda de B, que está con H y con G, y al ver reaparecer a A cae redondo de culo al suelo. ahora tiene tres opciones, y nos sabe qué hacer. B realmente está con H, pero después de todo el quilombo en torno a A le parece un despropósito no ser consecuente con aquello que una vez sentía, y cree que es con A con quien tiene que pasar el resto de sus días.
acá es donde entra la matemática a mezclarse con la psicología: no sabemos bien por qué razón, pero hay una historia de las probabilidades. el juego de la histeria siempre termina por ser altamente previsible, y si seguimos la probabilística y apostamos, es muy probable que ganemos mucho dinero.
si B termina quedándose con A, muy probablemente suceda lo siguiente: la relación no prosperará. luego de una par de años de convivencia todo será echado por la borda. cuando el final se aproxima las cosas se ponen turbias. B recuerda a H y se reprocha no haberse quedado allí. una vez culminada la separación con A va en su búsqueda, pero H ya está casado y además ha introducido un nuevo elemento a la discusión: P, un hijo.
qué pasará con B: se reencontrará con G, quizás. y hasta quizás sí, normalice y se quede con G y tenga los hijos que no pudo tener con H porque ya los tuvo con alguien más, ni con A con quien tuvo un final abrupto.
A tiene dos posibilidades: si es un pesimista se dedicará a las drogas o al alcohol, o a ambas. si es optmista probablemente redoble sus esfuerzos y se ponga a trabajar. si sucede lo segundo, va a tener muchas más posibilidades de conocer a R y formalizar una relación. quizás con los años anden realmente bien y tengan a U, que, quién puede saberlo, puede tener en un futuro de mayor largo plazo una relación con P, hijo de H.

y así se van complica la historia. y la vida es eso, la perra vida.
como dijo Darío, "y no saber a donde vamos ni de donde venimos".


para finalizar me gustaría introducirme en dos elementos: el primero es lo bello. la palabra "donde" tiene un sonido bello. la elegancia es bella. la historia, tiene la obligación de ser bella, aun cuando sepamos que peligra, que puede terminar. el amor es bello, amar es bello.
el segundo es la culpa, o la responsabilidad: si todo ya está escrito, si viene de antemano, no somos responsables, carecemos de culpa. la única responsabilidad es la de embellecer o no embellecer lo que ya está escrito, dado de antemano.

no sabemos, no vamos a saber. no elegimos, pero podemos hacer algo al respecto.

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