viernes, abril 27, 2007

e 32

Al fin, son los versitos calentones
los que se escriben con sangre y con leche.
Amigo de la prisa no sospeche,
que el sortilegio incluye los botones.

Arriba arriba así los corazones;
yo quiero un continente que se estreche
en el domingo azul donde se meche
el cielo blando de las ilusiones

Ahí va don carlota con su perro…
El corso ha de pasar por esta esquina…
Me falta una moneda para el viaje…

Con una espada de la edad de hierro
he de matar a la voz que asesina
cada vez que la sed cambia de traje.

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