domingo, marzo 11, 2007

síntomas de la hipocondria

cuantos kilómetros puede alcanzar la vista? cuando uno va al mar, por ejemplo, y mira el horizonte, que está lejos, por ejemplo, llega a ver una distancia, es decir, claro, eso. como el caso del bombo legüero.


dime con quién andas y te diré tu nick en el chat. la cosa es que tengo amigos hipocondríacos, y una pulmonitis gravísima. pero la verdad es que no puedo decir cuándo comenzó todo esto, digo, lo de la manifestación de las enfermedades. seguramente cuando era un adolescente y tenía el complejo de los granos. y el problema es que no termina nunca, es de nunca acabar. se va una enfermedad y ya estamos buscándo otra, por deporte. y el médico, nuestro mejor amigo.


y lo mejor de la no siesta: esa cama no puede ser tan dura. y yo no puedo estar tan mal. juro que no me voy a emborrachar nunca más hasta el fin de semana que viene. pero qué bueno, pancita abajo, esperando, o imaginando. y ahi fue que me vino la imagen de venecia. las callecitas y el agua, y el silencio, porque si hay una cosa en venecia es el silencio y la tranquilidad. vamos a vivir a venecia? yo no entiendo cómo, existiendo una ciudad así, todo el mundo vive en otros lugares. sin embargo, claro, lo que pasa es que cuando llueve es un charco imposible. pero es de locos, es espectacularmente de locos.
linda es la noche en venecia. te juro que te perdés y chau, pero no pasa nada. es como encontrarse constantemente. pero sí, es muy probable que después de estar una semana ya te querés ir...



y otitis y peritonitis, laringitis, hemorroides, gastroenteritis, gastritis, flebitis, y acidez, dios mío, la época de la acidez. debe haber sido la mala alimentación, pero me enfermaba la acidez que me agarraba por ahi. fueron un año o dos que me duró, hasta que empezamos a comer comida de verdad. después también una neuralgia que me daba los domingos. fue en la misma época también, puede ser, creo. tomaba exceso de cerveza de jueves a domingos, sobre todo por las noches, pero a veces también al mediodía. el domingo la resaca era una puntada en el centro del cerebro. lo que mataba también era el gancia, infalible neuralgia. todo se solucionó cuando inventaron que me gustaba el fernet, cosa que comencé a aplicar. las resacas se hicieron mucho más suaves, destiladas. y a la cerveza la han ido mejorando sus fabricantes, porque ahora no pega como hace cuatro cinco años atrás.


si estás en la pampa, ponele, que es como un mar, no. pero si vas al mar de las pampas seguro que sí. vos mirás, pimba, dos kilómetros. después mirás la pampa y qué pasa, se te cruza un montecito que te tapa la linea recta del horizonte y chau, olvidate de que vos dos kilómetros. a mi me gusta, cuando viajo ir mirando la ruta, el costado de la ruta. viste, el acompañante tiene sus funciones. y me gusta ir amaneciendo, que se ve el sol cojudo. el fresco de la mañana, esas cosas, el mate, la radio am. porque el verdadero escuchador de radio escucha am. la cosa es que cuando vos vas en el camino, no?, y mirás la ruta y cuánto ves? ves como un mar, la ruta al fondo fondo parece mojada, o hecha de agua, y como que se va asfaltando a medida que uno avanza. eso en los días de sol sol, sin una sola nube. y cuánto ves? dos kilómetros? entonces tomás una referencia al costado de la ruta, ponele un árbol, pero siempre cuando llegas ya ni idea cuánto hiciste, como cuando contás desde la vereda los pisos de un edificio, siempre perdés la cuenta al séptimo piso masomenos...



y colitis, diarrea, fiebre, tifosis (de central), y la enfermedad esa de que te agarra un vientito y te quedas duro que ni te podés mover. y fiebre hemorrágica argentina. y el dengue que tiraron los yanquis. y virus letales que te comen de a poquito.


en realidad dicen que soy paranoico, pero yo digo no puede ser. hipocondríaco sí, te creo, porque no es peyorativo. pero paranoico? loco, yo soy un buen tipo. por qué me dicen eso?


ni venecia sin ti. es porque venecia es una ciudad desnuda. todo el tiempo. vos vas y las paredes son altas y tienen muchos años. y las casas son de diferentes colores, y todo está en calma, y las callecitas se ensanchan y se angostan a medida que uno se va peridendo y encontrando constantemente. y los puentes todos tienen escalones, o sea que ni bicicletas se puede tener. es al dope. pero vas caminando a cualquier lado. es genial. no ves un árbol, eso sí, miento, sí hay árboles en los campos que son como plazoletas que hay por todas partes. y unos jardines preciosos por todos los balcones. da gusto, realmente. ya vas a ver...



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