miércoles, marzo 07, 2007

los rubios

estamos asistiendo al fin de una era. o mejor: estamos asistiendo al principio de una era. está claro que algunos se quedaron en la anterior y otros comenzaron antes de tiempo.
la cosa esta nueva de tener acceso a archivos televisivos me encanta. si yo fuera cura diría: esto de tener acceso a los archivos de televisión es algo bueno y algo malo, bueno porque se puede volver a ver todo o casi todo, o por lo menos lo más interesante, y malo porque no vale tanto la pena y es más, no sirve para nada. la televisión destruyó generaciones enteras. los nacidos en la década del 70 y 80 en estados unidos se criaron mirando televisión, mientras sus padres le daban a la marihuana (hippies) y a la merca (psicodelicos).
pero esto lo pensaría si fuera un prete. como no lo soy digo: estamos presenciando el inicio de una era, y la verdad que me importa muy poco. es verdad, esto que estoy diciendo por decir en realidad lo dijo un amigo. y es su tema de tesis, asi que dejemos hablar a los que saben. yo me limitaré a decir lo siguiente que me parece que es lo más importante, y una conclusión rotunda:
Estamos asistiendo al final de una era, y al mismo tiempo vemos el principio de otra... un negoción.



esta intuición ya la había tenido yo de chico, un día del año 84, cuando todo era en colores. en realidad fue exactamente el paso de la televisión blanco y negro a la televisión a colores lo que me hizo pensar que el mundo estaba cambiando pero que sin embargo siempre había sido a colores y no como la tele que recién entonces le llegaban los colores. después vimos el mundial de fútbol, la tablada, la casa está en orden y felices pascuas...


en el año 88 iba a la escuela. cuarto grado, o quién sabe. fue el invierno más frio de la historia. empezó a helar en abril y no paró hasta septiembre, el día de la tormenta de santa rosa. sabíamos que en cualquier momento tenía que nevar. muchos viejos murieron ese invierno, como todos los inviernos. en la escuela pensaba que también nos podríamos morir. fue ahi cuando se me ocurrieron dos grandes invenciones que jamás quise otorgarme como propias, pero la verdad que así lo fueron. lo primero fue el calefactor en el aula. entre todos pagamos una garrafa que tenía una pantalla y listo, tuvimos calefactor, algo nunca antes visto en la escuela donde asistía a clases. el otro gran invento que nos ayudó a pasar el invierno fue un juego para el recreo: hacía mucho frío y teníamos un patio grande como la cancha de fútbol. entonces inventamos dos bandos. primero corríamos detrás de una pelota, un equipo contra el otro. pero cuando nos secuestraron la pelota inventamos la guerra a las trompadas...


ya no se sabía quién era de qué bando. estabamos en el final de una era, el comunismo a punto de caer era sin embargo una realidad latente. entonces copiamos sistemas y en nuetra pequeña guerra que consistía en darnos a puñetazos en el medio de una cancha de fútbol desierta teniamos rangos y disciplinas. el caso es que todos querían ser espías.



ese fue un invierno duro, del que todavía, casi 19 años después, vemos consecuencias. era tanto el frio que todos los niños nacidos en ese invierno fueron rubios, y hoy todavía se los ve. son como una secta, un complot. escuché ciertos rumores de que están armando un partido político. no quiero saber si se van a llamar los rubios o qué. pero sospecho que están organizados como una guerrilla, y hasta tienen un brazo armado. se vienen las bombas otra vez, por fin alguien que se anima a que explote todo...


estamos presenciando el final de una era, de una época... de una edad. alguien, aunque sea de los rubios, va a apretar el botoncito rojo y algo va a volar y el mundo no va a ser el mismo.

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