jueves, febrero 01, 2007

dicen que viajando, volviendo a empezar

hace un tiempo dijo lolo: "me acostumbre tanto a no viajar que ahora no tengo ganas de ir a ninguna parte."

es mi alter ego. yo estoy en viaje, de paso de paso, como luis eduardo. él también sabe que está de paso de paso, pero es un sedentario, es un tipo tranquilo. le gusta comer al mediodía, digamos. después le gusta hacer las mismas cosas que me gustan a mi: tomar cerveza, escuchar música y cantar las canciones que nos gustan, estar con los amigos, que casualmente también coincidimos porque son los mismos con le excepción de que mientras él es amigo mío (cosa que yo no), yo soy amigo de él (en lo que también coincidimos). nos gustan los mismos deportes y las mismas películas. además creo que he cultivado, personalmente, el gusto con mis amigos. es muy probable que una mujer que le guste a un amigo mío también me guste a mi, y viceversa. es muy probable que la que sea la mujer de lolo sea adorada y respetada por mí hasta que la muerte nos separe...






un día le dije: "qué pena que cuando seamos grandes no pasemos las navidades juntos". lo decía de verdad. era sobre todo porque hice una segunda familia con mis amigos, mis amigos con los que convivimos en rosario. y decía eso porque cuando seamos un poco más viejos, y cada uno tenga sus hijos y sus ocupaciones, va a ser como que una distancia involuntaria nos va a suceder. y para mí sería una tristeza, y todos los días cuando me despierte voy a pensar como una de las primeras cosas del día: que nunca suceda que nunca suceda...


la segunda familia tiene eso que la primera no tiene y al revés. obvio. porque mientras que la primera es una cosa tan natural, por lo menos en nosotros, chicos de pueblo de clase media acomodada, que nos les falta nada, o mucho, que no son super ricos, que cada cosa vale el esfuerzo que se le pone... digo, la primeras familias que nos tocaron justamente se tocaban entre sí lo que permitió que nos conocieramos. pero uno pertenece siempre y quiera o no a esa primer familia, la del apellido. la segunda es como que hay que empezarla de cero, y sin saber uno qué puede pasar, con quién se está relacionando, a dónde iremos a parar... si se apaga balderrama. en fin, uno nunca sabe que algo como una amistad se va a terminar por parecer más a una familia, pero cuando sucede es grandioso. es notable cuando la ausencia se transforma en presencia, y cuando el tiempo adquiere otra dimensión porque se trata de otra concepción de la temporalidad...


cuando volví, fue así. un año sin vernos con exactitud. me pasó con lolo con bruno y con juan, mi familia. y ya me había pasado con leo. claro. fue zas, no nos vemos hace un año pero es como si nos hubiesemos visto la semana pasada, porque no había pasado nada. pero era como que todo estaba igual. y el infierno de un año había desaparecido de esa manera como que nunca hubiese existido, esa tan peculiar manera, ese modo tan peculiar, tan extraño...



éramos amigos ya en el barrio, entendes. teniamos siete ocho años, íbamos en bicicletas. mirábamos partidos de river. jugábamos a la pelota. eran días y días, y teníamos los mismos entretenimientos.


en cambio con juan fue en la clase de gimnasia del secundario. hablábamos de rock nacional. a los dos nos había picado el bicho, éramos curiosos. y nadie más opinaba, era un bicho elitista, un bicho selectivo...


es curioso cómo pudimos ir creciendo con ambiciones tan parecidas, o tan diferentes pero dentro del ámbito de la amistad. algo que ahora no podría definir, pero creo que a medida que pasen los días y se irá aclarando, sobre todo si me toca un día de esos, de lucidez extrema que, pienso, me debe estar por tocar en estos días, como una mestruación.

2 comentarios:

Bruno dijo...

muy bueno lo que acabo de leer,,, a lo mejor es como dice el indio solari: "el futuro llegó hace rato".
un abrazo tito y sigo leyendo el blog

Farfalla dijo...

que lindo!!!!!
medio que me emocioné jejeje
Un brindis por tu familia elegida!!!
besis