martes, septiembre 12, 2006

ya no sueña aquel niño que soñó que escribía

De todas las ficciones que alguna vez tuve para escribir ninguna me emocionó tanto como esa del lejano oeste. Una vez yo quise ser cowboy, y no por las vacas justmente, sino porque los heroes siempre llevaban dos pistolas y eran más rápidos que ninguno. Y porque en ese mundo siempre ganan los buenos. No es que fuera bueno pero así era considerado por tanta gente un chico bueno, y la pistola mas rapida del oeste. Ademas estos personajes siempre van a caballo y usan sombreros y fuman unos cigarros armados. Y escupen, aunque sean buenos en el mfondo. Y les gusta el béisbol en una versión mas moderna de la cosa. Y siempre se quedan con la chica mas linda…

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