miércoles, julio 05, 2006

el pastorcito mentiroso

mi madre siempre me dijo que no había que mentir, y mi padre me enseñó que hay que respetar a las personas. grandes enseñanzas. el tema que fue que no me dijeron que no tenía que mentirme a mi mismo, ni me enseñaron demasiado a respetarme, pero esas cosas ahora me doy cuenta y no es demasiado tarde.
lo cierto es que mientras aprendía a no mentir era fan del cuento del pastorcito mentiroso. era muy triste, es muy triste lo que le pasa al pastorcito mentiroso. por eso es que yo, que siempre digo la verdad, parezco cada día más al pastorcito mentiroso...

estaba escribiendo una respuesta grandiosa en un foro donde una amiga fue atacada por una persona, y se me borró la respuesta. cosas del destino, cosas de la suerte. no interesa, lo que interesa es que estaba explayandome en un vocabulario del que me sentía orgulloso, con un nivel de cinismo pocas veces alcanzado por mi, y todo eso donde fue a parar? todo por tocar la tecla equivocada. y por ser maligno. debería volver a intentarlo? creo que si, que se lo merece, porque este muchacho es lo más parecido a un cerdo que lei en vida mia. y los que me conocen saben que soy un hijo de puta, pero tolerante, que para que yo le diga cerdo a una persona, tiene que ser un cerdo pero cerdo cerdo.

antes de volver a eso entonces voy a publicar un poema que me mandó mi amigo, que es un genio.

Amamos siempre en lo que tenemos
Lo que no tenemos cuando amamos.
El barco para, dejo los remos
Y, uno a otro, las manos nos damos.
A quién doy las manos?
A la Otra.

Tus besos son de miel de boca,
Son los que siempre pensé dar,
Y ahora mi boca toca
La boca que soñé besar
De quién es la boca?
De la Otra.

Los remos ya cayeron en el agua,
El barco hace lo que el agua quiere.
Mis brazos vengan mi dolor
En el abrazo que finalmente pueden tener.
A quién abrazo?
A Otra.

Bien sé, eres bella, eres quien deseé...
No deje la vida que yo desee...
Más de lo que puede ser tu beso
Y poder ser yo el que te bese.
Beso, y en quién pienso?
En la Otra.

Los remos van perdidos ya,
El barco va no sé para dónde.
Qué fresca tu sonrisa está,
Ah, mi amor, y lo que ella esconde!
Qué es de la sonrisa
De la Otra?

Ah, tal vez muertos ambos nosotros,
En otro río sin lugar
En otro barco otra vez solos
Podamos nosotros recomenzar
Que tal vez seas
La Otra.

Pero no, ni donde ese paisaje
Está debajo de eterna luz eterna
Te hallar más que como alguien en el viaje
Que amé con ansiedad tierna
Por ser parecida
A la Otra.

Ah, por ahora, idos remos y rumbo,
Dame las manos, la boca, tu ser.
Hagamos, de esta hora el resumen
De lo que no podremos tener.
En esta hora,
Sí, la única
la Otra.


Fernando Pessoa. La Otra.

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