martes, junio 13, 2006

los limpiagatos

entre todas las profesiones que me podía imaginar, terminé haciendo una que nunca supe que podría haber existido. y soy un profesional. ahora mismo me están llamando para ir a trabajar. lo bueno del trabajo, y esto siempre lo hablamos con los amigos, es que uno se siente bien cuando hace un trabajo que a uno le gusta. lo llena, digamos. esta bueno cuando uno se siente lleno y hace el trabajo con gusto, con placer. eso siempre trae sus recompensas, sea en el campo que sea. esas recompensas al final siempre se ven traducidas en nuevos logros y esos logros en nuevas espectativas y asi sucesivamente en una cadena que no para más. y todo eso al final significa mujeres. podemos decir más concisamente que cuando uno hace un trabajo que le gusta se siente bien y cuando uno se siente bien atrae mujeres. la ecuación aqui parece simple pero no es simple, y las mujeres lo saben. pero es verdad que las mujeres se sienten atraídas por tipos que son ganadores, no conozco mujeres que vayan a lo de un tipo que todo el tiempo transmite la sensación de fracaso. y sea la profesión que sea, más allá del dinero, las mujeres van, eligen y van. ese es el tipo que me gusta, dicen, y van, indistitamente si es albañil, carpintero, revolucionario, caprichoso, lustrabotas, personal trainer, empresario en alza, nobleza gaucha, etcetera, siempre que el tipo se sienta un triunfador. o que se sienta simplemente bien. lo cierto es que no van todas con el mismo tipo, sino que se reparten, pero suele suceder que cuando un tipo tiene una ganada, puede tener dos o tres tambien, si quiere, sin problemas. y ellas, tambien sin problemas, pueden llegar a entregarse si no es a uno, a dos o tres triunfadores. otros de los condicionamientos puede llegar a ser que el tipo no se sienta un ganador de todo el tiempo sino de a ratos, o bien que la mujer en cuestión quede embarazada.
esta reflexión coincide con mi gran momento, como dicen muchos jugadores de futbol, estoy pasando un gran momento futbolistico. los gatos me aman, y yo tengo mis recompensas laborales. me lamen los gatos y yo les doy de comer. les limpio la caquita, y esa es la parte triste del trabajo, pero que trabajo no tiene sus partes tristes. yo como limpiagatos quisiera trabajar siempre. amo los gatos, esos animales locos. amo sus locuras de las tres de la tarde, cuando se pelean en el living, y tiran todo al piso, y ni siquiera se rien. me encanta cuando hacen ese miau de que estan esperando la comida. me encanta verlo correr sin parar hasta que desaparecen, o cuando suben al techo a los saltos. me encanta cuando la gris se queda quieta en la baranda y sabe perfectamente que de un lado esta el mundo y del otro el abismo, y ella puede estar en la baranda lo mas pancha sin problemas y a mi me dan ganas de asustarla pero se que ella va a reaccionar saltando para el lado del mundo, y el abismo que estaba del otro lado... nada. ella conoce el abismo, perdió tres de sus siete vidas en el abismo. pero aun asi no le tiene miedo, la gricesita, se queda en la baranda.
yo me siento feliz de limpiagatos, soy un triunfador de la vida. paso mi gran momento futbolistico. y las mujeres me llaman para que les cuide sus gatos, y algun dia, cuando sus maridos las dejen solas, ellas me van a llamar para que les cuide sus gatos y a ellas tambien, y eso se traducira luego en exitos y mas exitos, y asi sucesivamente en una cadena que no tiene fin, y, visto así, suena prometedor.

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