sábado, junio 17, 2006

entonces este señor no supo que responderle. este señor se llamaba pepe, pero en realidad se llamaba josé y le decían pepe como a todos los josés.
resulta que pepe no sabía para donde disparar. él sólo le había propuesto filmar una pelicula pornográfica, pero de ahi al resto... no tenía nada que ver. entonces, como decía en ese tipo de momentos, me retiro silvando. ella se le tiró encima, se arrojó en sus brazos, así desnuda como estaba. este tipo la besó tibiamente y le prometió un ya vuelvo, ella se aferró a sus movimientos y él soltó una carcajada. ella lo miraba. "no de nuevo", decía, "no de nuevo". decía "no de nuevo...", él le decía "no de nuevo", ella le decía "no de nuevo". no se ponían de acuerdo.
en ese momento él tuvo que aplicar una filosofía mucho más aplicada. le tuvo que contar que en ese momento estaban por subir las tasas de interés y que no se sabía por cuanto tiempo durarían, podía ser por un lapso de horas como por un lapso de días. se vio olbligado a explicarle como funcionaba el negocio de la bolsa y por qué le convenía vender esos bonos ahora y apostar a un plazo fijo mentiroso, el le llamaba asi porque en realidad era una movida para despistar a algunos que lo venian seguiendo de cerca, mientras que por otro lado compraría por dos años una cantidad de acciones en una empresa investigadora del usufructo del maiz. ella rebosaba de energía ante tanta explicación, y se ponía las medias. con esa lentitud propia de quien hace como que se va pero en realidad no quiere irse, ella se acomodó la bombacha. lo miró fijamente a los ojos y le dijo: "el humanismo se terminó, ahora empieza el post humanismo". evidentemente la conversación cambió rotundamente de panorama. "ma qué estas diciendo", escupió él, como hacía siempre, desde su pose soberbia de nunca escuchar a una mujer. "te lo digo yo, te lo aseguro, hay que irse a vivir a américa, es el fin, te lo digo porque lo sé..." él conservó la pose, pero por dentro estaba estupefacto. ella tenía razón, había algo de podrido en todo eso. no era el sexo, no la carne, no eran las ganas de tomarse un helado de chocolate, no eran las ganas de disimular las ganas de quedarse dormido mientras ella le acariciara la punta del pie. pero conservó la pose de lo poco que le quedaba y volvió a atacar con el combustible y el choto reserve mundial y esas cosas. y eso que se había propuesto no hablar de futbol, terminó diciendo que si el fin del mundo no era el día de la final del mundial, pegaba en el palo, y que si ese día pasaba sin alteraciones había que comprar acciones en una empresa que se llamaba Soldetik. ella, lo escuchó atentamente hasta que escuchó esa palabra. su cara, su facha, cambió abruptamente. de repente fue como que se entendieran. "qué dijiste", dijo ella, "me podés repetir lo que dijiste", repitió ella, tres veces. él se puso nervioso, qué cosa, qué cosa, gritaba, no sé de qué estas hablando, dijo y repitió "no sé", y todo se le mezclaba con "no de nuevo decía" y esas cosas, y después empezó a sospechar y le dijo "entonces quiere decir que vos sos de ellos, y que me estas usando para sacarme información pero yo soy más astuto que vos y me dí cuenta, y no te pienso decir más nada". ella se quedó mirandolo. al principio reía del desastre que era este pepe, y se reía de la sarta de pavadas que estaba escuchando. después se puso seria porque sino el otro no se calmaba más. cuando terminó la chachara del vago entonces le puso una mano directamente en el cabello de él, lo acarició, lo besó, luego le tiró del cabello, y mientras lo besaba le decía, "sos un estúpido porque te ponés así. calmate y escuchá" y todas las cosas que se le dicen a un hombre que tiene sus manías.
después de hacer un rodeo por una serie de temas él se calmó y ella se vio en la obligación (cómo es que se dice? se vió constricta?) a volver sobre lo que había descubierto (que tentanción de decir descubrido) y le dijo: "pepi: tengo una leve intuición y vos me tenés que ayudar y lo haremos juntos. me hablaste de una empresa que investiga sobre los alcances del maiz. solamente te pedía que me repitieras ese nombre porque no podía creer lo mucho que se parecía al nombre de un filósofo que esta detrás de todo esto que se llama Peter Sloterdijk. es un tipucho que estuvo de moda en los noventa entre los fabricantes de cacerolas pero que ahora esta medio desaparecido y lo vinculan con el post humanismo. yo leí un libro de él pero no, pero me contaron que en otro de sus libros anota una serie de ejemplos basados en los cereales, en especial el maiz."
él estaba perplejo. estaban en la misma sintonía y no podía evitar la sensación de que tendrían que ir a segunda vuelta, al balotage de los besos y esas cosas.
"entonces", dijo él. "entonces no sé", respondió ella. "para que le preguntamos al autor", dijo él. "pero si el autor no entiende nada", dijo ella, "hagamos la nuestra" insistió, ella. "tenés razón" dijo él.
y mientras ellos se quedaban desnudándose, el autor se fue a invertir en la bolsa...

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