sábado, abril 22, 2006

un clarinete

amo tocar el clarinete. nunca tuve uno en mis manos pero ya sé que es mi instrumento preferido. no tengo razones ni porqueces pero simplemente sé que es así y punto.

dios me despertó esta mañana. por la rendija que se podía ver de la ventana aparecían pájaros sueltos de paseo. iban y venían sin rumbo fijo. como no los pude contar, siguiendo el teorema tuve que decir dios existe. pero después los pájaros se fueron para otro lado y no se vieron más y supongo que dios estaría meandose de risa. parecían golondrinas. entonces me levanté, chinchudo, y me fui a desayunar, buen hijo.


alguno de la familia habrá sido golondrina, de esos que se van de su patria (lease suelo) para hacer unos dineros y después regresan enriquecidos y buenos. y si no lo fue ninguno, para qué está uno si no es para innovar... ahorremonos la parte de enriquecidos y buenos...


con uñas y con dientes, los míos, me vengo del recuerdo, me vengo del olvido.

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