domingo, julio 21, 2013

chau, vino

no es una historia de amistad, no es una historia de venganza, no es una historia de vergüenza. Quizás sea una historia que se cuenta, que se va inventando a medida que se va contando, o es el cuento de algo que sucedió, o lo más probable de lo que alguien ya contó que sucedió, y que ahora se replica, como se replica en todo momento, lo que se cuenta, y que se vuelve a contar, una y otra vez, que es el modo que tenemos de contabilizar el tiempo.
es eso, y es el espacio que se habita. Si es por lo del aeropuerto, todo bien, es un espacio que se deshabita, por eso elegimos el bufé de ese lugar tan lleno de máquinas: esos bufetes están tan arreglados, y al mismo tiempo tan precarios. Una vez una mujer que no tenía agua, y no podía vender café en un aeropuerto dijo, la escuché, y no hay agua, me voy a casa antes, qué tanto.
también escuché decir a una señora mayor: el que no galopa de joven trota de viejo. Se trata de la abuela de Johnson, que siempre acota cosas de la sabiduría popular, que todos deberían saber. Johnson fue a la escuela cuando era muy chico, pero su verdadera educación la tuvo de grande, cuando pudo empezar a prestar atención a las frases dela sabiduría popular, que en definitiva es la única sabiduría que vale la pena.
Pero esa sabiduría popular fue transformada por lo reciente, dado que, según explica johnson que pide otra botella de agua mineral, su viaje le permitió conocer otros lugares, otras culturas.
Te abrió la cabeza, dice Gomez. Martha my dear disimuló su risa.
Johnson está en el aeropuerto porque quiere salir de paseo. Se ha encontrado con Gomez, que es un escéptico, Martha my dear que entiende todo, Largaron que le sigue la conversación. Qué hacen estos tipos en la cafetería del aeropuerto. Dónde está ese aeropuerto.
Sinatra está de vuelta. Acaba de llegar, de bajar de su último avión, de su último vuelo. Se encuentra de casualidad en la cafetería con estos y alegre exclama "amigos, vinieron a esperarme".
Sin embargo se sorprenden todos, todos tienen una razón diferente para estar ahi, todos están ahi por alguna razón y sin embargo por casualidad se encuentran y saben que quizás sea el desencuentro final, el último encuentro.
La vida no dura nada, dice Largaron. Martha my dear pasa su mano por la nuca de Largaron, como un gesto de contención. Tranquilos amigos, nada dura, dice Sinatra, que ya sabe todo, y que está de vuelta. Dice con clara voz "aquí está su amigo, de regreso, aquí estoy para ustedes. Alguno está por salir de viaje? alguno está esperando a alguien?"
Todas las miradas se cruzan y ya todos saben quién está por viajar, quién lo vino a despedir, quién vino a acompañar al que despide al que se va, quién está esperando otra cosa, la llegada de un boeing, vaya a saber proveniente de dónde ni con qué carga.
"Perdoname", dice, "perdoname".
"Tenés que hacer lo que tenés que hacer. Esperemos que salga todo bien".
pero contemos esa historia, quizás sea la última vez que veamos a todos los amigos juntos, reunidos, contando una buena historia.
Todo esto empieza a en la época de los griegos, pero no se trata de un mito, sino de una historia verdadera. Había una batalla en que los griegos se enfrentaban con los malditos persas, y entonces un chabón filípides se fue corriendo a buscar ayuda en esparta, que está cerca de atenas pero no tanto. Todo el mundo conoce esta historia porque se puso de moda salir a correr sin ninguna razón, y le llaman maratón, por la corrida del chaboncito que se fue de la batalla que se desplegaba en el lugar que se llama maratón, y se fue a esparta. La distancia de dicha carrera es la que remedan los maratonistas cuando corren, sin sentido valedero, yendo a una esparta que no hay en ninguna ciudad, en busca de una ayuda que ya no llegará a tiempo. Pero ganaron los griegos y ahi se terminó la primer guerra médica. Y dicen que se llamaba guerra médica porque todos los que peleaban en la misma estaban recibidos de médicos, y a medida que herían a sus adversarios, se detenían a curarlos, simultáneamente.
No es genial? un mundo de paz y amor. Johnson tiene las bolas por el piso con lo del amor. Está despechado Largaron, pero por lo menos le pasan la mano por la nuca, o no Martha my dear, te vimos!
Sinatra se está riendo. Pide, con clara voz, un amargo obrero y soda. Le dicen que ya mismo sale, es el trago más apetecido por la plebe, y el trago pop.

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