martes, julio 20, 2010

Acerca del concierto del techo

The Rooftop concert fue el 30 de enero de 1969. Un año controvertido, el final de una década que marcó el final de muchas cosas.
Ese día, ahora mismo no puedo saber (aunque gracias a la tecnología podría, pero tampoco podría leer ahora mismo una carta astral, aunque con mucho estudio sí algún día) cómo se alineaban los saturnos de cada uno de los tipos. Ahora mismo no puedo averiguar de quién fue la idea, de tocar en el techo (pareciera que de ninguno de ellos cuatro, a juzgar la cara de sorpresa de Ringo y de los otros cuando salen a la terraza y ven todo preparado para hacerlo).

Se puede observar que hacía frío, mucho frío, como todos los inviernos. como hoy mismo acá en Rosario. Todos están abrigados, y el cielo nublado (se partirían los dedos tocando las cuerdas de metal). Los instrumentos estaban en el estudio porque en esos días estaban grabando Get back, el disco que luego salió al mercado y que conocimos como Let it be, el último disco de los chicos de Liverpool.
Pero este concierto es en Londres, en Abbey Road, en el estudio Apple, o sea, en el lugar de la sociedad.
Yoko en esos días no se separaba de John, y John no se separaba de Yoko. Están estas filmaciones de esos días. Alguien se puso a registrarlo todo, quizás sabiendo que era la última vez que los verían juntos. No, imposible saberlo. Era imposible imaginarlo.
No se puede ver bien. el montaje de las imágenes, la locura que generaban, no permite discernir si había mala predisposición de parte de alguno de ellos. Yo creo que sí, que había una distancia, que se marcaba entonces: Paul está muy concentrado en la música (cf. las sesiones de estudio) John está muy concentrado en la chinita o japonesita, Ringo y George miran desde la consola a Paul, están cansados.
Hubo un recorrido, años de hacer todo juntos, todo el tiempo. Ya no se sabe si está disfrutando o sufriendo, no se puede discernir, en la dinámica diaria es imposible.


Y la gente?
Hay mucha gente alrededor, que los mira, los toca, los babosea. todo el tiempo hay gente que va y viene, gente que filma, gente que le alcanza el vaso de agua, que seca las lágrimas, que le enciende el cigarrillo a John, a Ringo, gente que mezcla que graba que acomoda. Y Billy Preston, siempre está ahi, ese negro. Billy tiene algo que lo hace distinto. Él no pertenece, no es un Beatle, pero toca con ellos, lo que lo transforma en la única persona digno de ser beatle de todas las personas que están ahi. Si a esto agregamos que es el único que tiene voluntad para que esto suene bien, digno, termina siendo el complice de Paul. No digo que Ringo y George toquen mal, pero estaban cansados. Son profesionales, pero estaban cansados.


No digo que John tenga la culpa. Ni Yoko. John estaba con Yoko y no estaba en Apple, evidentemente. Hacía frío, él hubiera preferido quedarse en la camucha, abrazado a la china o japonesa, dándose mutuamente calor, bebiendo quizás un vino, pero sin salir de casa. Y no tener que verse las caras, otra vez, con ese fanfarrón de Paul que hace canciones todo el tiempo sin parar, que no puede parar de tocar música pop. que todo el tiempo una melodía tras otra lo seduce, y que si no se toca lo que él quiere, porque él es Mr Pop, entonces no se puede tocar nada. Autoritario Paul.
Y no digo que haya sido culpa de Paul, que con una pasión irrefrenable no paró de parir melodías que humanizaron a la misma humanidad, que concibieron un mundo diferente, esas melodías que hicieron que los días de hoy sean días, que lograron hacernos llorar. sí, llorar. qué iba a hacer, no podía parar, era una máquina de escribir música y letras y canciones, y le iba bien, y todo el mundo lo alentaba, y él no podía parar, era él el que ponía la música, el que cambiaba el tema, él era el que decía lo que los demás debían tocar, y le fastidiaba que se distrajeran de lo que estaba sonando en su mente.


Y la gente?
Pasaba por la calle, los peatones pasaban y los autos pasaban. De repente se empieza a escuchar, como si fuera el anuncio de que el almuerzo está listo o que la hora de la siesta está por comenzar, o vaya a saber uno a qué hora sucedía eso. La gente estaba ahi y no veía nada. En un techo tocaban una música, una rock and roll music, ya diferente a la que había hecho delirar a las chicas años antes. Era otra música. Y cómo saber si eran o no eran, si no se veía. Y esa música aun no había sido publicada, asi que no se sabía quiénes eran esos que tocaban ahi.
Un policía le pregunta a uno que pasa quiénes son. El otro responde que cree que son los beatles, pero que no está seguro. otro dice que sí, que son porque ahi es Apple studios y esa calle es Abbey Road (error, el disco abbey road, ya grabado desde hacía tiempo, tampoco había sido publicado aun).
por descarte, son los beatles. y esa es la cuestión. no se los ve, se los escucha y gracias. no están como locos, ni se asoman a saludar a los que pasan. tocan música y charlan y están abrigados porque no llueve en londres pero hace un frío.


y Ringo está cansado pero eso no le quita la posibilidad de disfrutar.
y George afina la guitarra otra vez, y disfruta también. pero está cansado.
y Billy obedece y toca el hammond cada vez que va y decora como sólo él puede, porque tiene otra piel y es diferente, y sabe lo que es saborear la música, es el gran envidiado de todos porque tiene el don. Los que aprecian el don solamente pueden saber lo que significa. Paul lo sabe y quiere ser Billy Preston.


La gente no sabe que es la última. que se van. que al día siguiente grabarían the long and widing road y que ya estaría bien. que john ese día sí que no quería salir de su cama, y que yoko no lo quitaba los ojos de encima y eso lo fastidia pero le gusta. y no tendría ganas de tocar esa canción tan monótona, tan Paul, encima tocar el bajo porque el señor estrella va a cantar y a tocar el piano. el largo y tortuoso camino que conduce a tu puerta.
No, John también estaba cansado. Y la cagó.
Y la amistad se fue a la mierda.

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