brusco descenso de la temperatura: feliz navidad

colpo di scena. un día el calor es agobiante que parece que el día no tiene fin, que el mundo se dilata y tampoco tiene fin, que la sensación térmica es la misma eternidad. en esa pasividad surge lo de repente, un viento consolador: el vibrador mueve las cabelleras femeninas en la terraza, el vaso de cerveza ya sin espuma se ensucia con los ácaros arremolinados y el torbellino es un espectáculo digno de verse desde las instalaciones donde reina el AA. no es extraño ya, como si lo era dos minutos antes, pero ya no lo es más: tibia, leve, sensata, la lluvia escupe alivio, la barra brava de la noche se avecina al aparador y pide más y más maní, el cielo ya no puede esperar.
no me había duchado porque iba a sudar, pero esa lluvia ni siquiera moja como para enjuagar el shampoo de mi corazón.
ponele que llueve todo el día. baja la temperatura.
ahora en el patio de casa revolotean dos pájaritos: uno se acerca. están chapando. después vuelan un rato. es cuando dice: ay! pero que día hermoso!
y uno se convence que es hoy el día para andar en patas toda la mañana.