le pregunto a mi guitarra de sus amores conmigo

traer la cafetera, la caja con los cassettes que son como cien, la manta que me tomé el atrevimiento de aceptar como un regalo gentil de la costosa aerolinea.
el juego de cuchillos que iban a tirar en ese sucucho de italia, y las mensulas para hacer tres repisas de puta madre tío.
reparar la electricidad (cortar la luz al hacerlo)
terminar los antibastidores
que se termine minga!


la felicidad está tan cerca, el relax tan al alcance de la mano, que parece mentira que pueda llegar a suceder.
la felicidad de un vino con la música del quinteto de miles, relaxin'...