sábado, enero 05, 2008

los choclos


un ritual que se da una vez al año es la cosecha furtiva de maíz. en medio de la noche, cuando nadie se deja ver por miedo a los fantasmas de malones (por esa misma pampa los indios hacían cagar todo lo que se le cruzaba) se introduce un auto, buscando el lote maduro, listo para arrancarle el fruto antes de que se lo queden las retenciones a las exportaciones, se llevan la humita en chala nomás, antes que la transformen en biodiesel...
y así se dan de comer, choclo a lo loco, para dos o tres semanas, o bien para repartir en las familias...



anoche que fuimos a juntar choclos nos volvimos a perder en los caminos de tierra y en la noche. otra vez estaba lleno de estrellas, pero era tal el bicherío que sólo queríamos volver al pueblo. asi como estabamos en la ruta, por fin, divisamos unas luces y aprovamos la aventura. mi primer paseo en san francisco fue entonces nocurno y fugaz... no pisé la calle, salimos volando luego de dar dos vueltas manzanas a la plaza. vimos el salón de fiestas y la comisaría, entonces nos detuvimos para hacer la observación de la casa que era la carnicería de mi abuelo (confirmado esta misma mañana con mi abuela). la casa es de ladrillos vistos, pero ahora pintados de blanco. puerta al medio y ventanas a cada lado, como esas casas que ahora tienen cien años. sede del avance tecnológico en el medio de la nada, la casa tiene un cartel que dice: ciber pub. a las 2 de la mañana de un viernes está cerrado el ciber pub. a la segunda vuelta a la plaza la fui cotejando de lejos: "ese es el mismo techo en donde mi abuelo montó guardia cuando cayó perón" di por pensar. los descamisados del pueblo se lo querían comer. ahora no vive ni la mitad de gente que vivía entonces, en los 50, cuando existía el charabón. el éxodo se dio a mediados de los 60, se vinieron todos a la ciudad. y si uno pregunta por acá, todos los ancestros vivieron en san francisco antes de instalarse definitivamente en la ciudad. es como si hubiese pasado un huracán, o como si un volcán haya hecho erupción y los habitantes hubiesen tenido que dejar a la fuerza un pueblo en ruinas, un pueblo fantasma, para reconstruir sus vidas a 30 km.


entonces choclo a choclo, nos vamos a ir pagando la deuda de carne... hay un boomerang en la city mi amor...



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