viernes, enero 19, 2007

ecografía de la pampa

hoy veníamos en viaje desde rosario hacia el interior. debatimos un montón de cosas...


el tema de la ganadería está de punta. hay mucha soja, señor ingeniero. usted no lo cree. nos vamos a quedar sin carnes si la cosa sigue así. no lo creo yo. porque por lo que vemos desde la ruta, carne un poco hay, y después está lo que no se ve desde la ruta, del otro lado del montecito ese, de aca a un kilómetro, donde empieza otra realidad, la realidad de la pampa, del campo y el camino de tierra. ahi está el kit de la cuestión. esta tierra está viva más allá de lo que nuestros ojos pueden abarcar.



también hay ovejas que cuando se la pone en la parrilla llamamos cordero, y he aquí un especimen ejemplar: el chancho. el que estamos viendo está particularmente gordo, y ademas por las tetillas reconocemos que es de sexo femenino, por lo que sin ningún escrúpulo vamos a poder llamar una chancha. la chancha esta es un mamífero. los chanchos en general lo son, pero esta en particular vemos que se prepara a parir y a amamantar a toda una serie de crios que daremos a llamar chanchitos...



-conocés el cuento de los tres chanchitos
-los tres cerditos querrás decir
-sí, bueno, ese
-sí, no, no lo conozco
-bueno, yo soy el lobo. feroz.



cuando me aburro agarro mi guitarra y comienzo a bagüalear. y después ando de asado en asado, con mis payadas de dos minutos quince, y mis bagüalas y cantando voy así, por el rancherío...


la cantidad de pueblos, conjuntos de casas, es indescriptible. los hay. están a diez kilómetros uno del otro. constituyen una parte esencial en la formación de cadenas las cuales están unidas fuertemente por relaciones interpersonales de discreción y sumo respeto, y además comercio. en la pampa todos tienen que ver con todos. el grado de parentesco es cada vez más estrecho, todos son casi como una gran familia de la que forman parte, la familia de la pampa. aquí no funciona la hipocresía como en las empresas esas del versito de la familia o del grupo de amigos. esas cosas las inventan en buenos aires los dueños de las fábricas para ejercer un mayor control sobre sus empleados. en la pampa eso no existe porque el parentesco entre las personas es real, y no se pueden cagar. quién no le va a prestar la vaca a su hermano una semanita. quién le va a negar un matambrito de cerdo a un primo. quién le va a decir no a un cuñado que la semana anterior te prestó cien litros de diesel para viajar un fin de semana a las sierras...



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