lunes, octubre 16, 2006

cáscara de sal

me gustan las esdrújulas. me gustan por difíciles, porque me gusta siempre lo difícil, no porque sea inteligente, sino por todo lo contrario. no soy un ecónomo digamos, siempre me la complico, no digo que para llegar más lejos, sino por pasatiempo nomás. porque es más difícil ser proustiano y hacerla más larga, pero no por eso más lúcido. no.
me gustan las cosas largas y difíciles, y la verdad es que hay que tener tanta paciencia también para eso y eso no la tengo, ves, ahi es donde la cago, porque por momentos no me la banco. y no debería justificarlo diciendo que es normal y que le pasa a todo el mundo, no. yo me las complico solito y para mí. total.
a mi me gustan las esdrújulas y las rimas. y las rimas de esdrújulas sobre todas las cosas. pero resulta que los versos terminados con esdrújulas, claro, es una cuestión acentual y no de la cantidad de sílabas. quiero el acento en la décima sílaba para que sea un endecasílabo. siempre tiene que ser un endecasílabo. para lograrlo tengo que acomodar los acentos, quiero uno en la segunda sílaba otro en la sexta y en la décima, sería: pa pó pa pa pa pó pa pa pa pó pa.
si el verso terminara en esdrújula quedaría pa pó pa pa pa pó pa pa pa pó pa pa, más mejormente: papópapa papópapa papópapa.
me encanta. no es difícil escribir una poesía así.


pero no importa, juro por todos los santos de las estrellas que no absolutamente importa.



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