viernes, septiembre 15, 2006

siempre hay un comedido

descubro con estupor (me encanta la palabra estupor, la usaría en todas mis conversaciones, así como también me gusta cada día más cretino y sobre todo su variante femenina, cretina) que la gente muchas veces no es lo que parece, pero que responde más a lo que parece ser que a lo que es. más claramente, nadie se conoce, o se conocen demasiado y son todos unos cínicos del carajo. o somos todos unos reverendos estúpidos. perdón, yo no, yo no soy ningún gil. ya me morfé demasiadas como para no enterarme. yo soy un cínico, lo aviso por si me quieren conocer. tampoco soy tan inteligente, tengo mis días. hay días que me levanto al 38 % y funciono así, más o menos, como se puede, como sale. pero cuando tengo la lucidez rampante no me para nadie. hoy estoy al 64% con aspiraciones de subir mis capacidades, sólo que encuentro una gran dificultad en el hambre. tendría que comer un poco más, así como hay tanta gente que debería comer menos, o no comer. porque el pan, al final de cuentas, hay que merecerlo. estuve meritando el pan para los próximos seis meses, así que estoy bastante tranquilo en ese respecto, pero esto es una lucha del día a día, y hay que dejarse de joder. así que te lo pido encarecidamente: conocete, conocete bien, porque te vamos a romper, te vamos a desafiar, te las vas a ver duras... aceptate, no te digo querete, amate un poco más te lo digo porque es algo lindo, algo sano.
estamos organizando una patota para salir a romper las calles, para despertar a los trabajadores de las siete de la mañana. para salir a romper todo, rompete, rompete en mil pedazos, y si podés todavía sonreir sin que te importe nada por más de tres minutos te recibimos. de todas maneras el test de admisión es jodido... como yo.

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