miércoles, mayo 10, 2006

desvestido

todo por decir, nada para decir. no hace falta ni que lo digas, me dijeron, y yo ni lo dije ni lo diré ya nunca más porque lo que no se dice una vez cuando se tiene que decir ya no vale la pena que sea dicho. y dichoso aquel que sabe callar y dichoso yo con la dicha de quien sabe y no lo dice, y esa palabra, la palabra abra, la palabra justa, precisa, exacta, como las olas en el muelle o como la espada en la garganta, me la guardo y la escondo entre un mar de palabras y es mia y la digo en todas partes y la repito y estoy diciendo mil cosas cada vez que uso esa palabra y nadie entiende y no es que yo crea o quiera que nadie entienda, esta bien que no entiendan porque en realidad yo tampoco entiendo demasiado y esa palabra me la guardo y la escondo entre miles de miles de millones de palabras y la digo todo el tiempo en situaciones diferentes y no quiere decir nada ni mucho pero dice un monton de cosas es decir dice todo mi yo porque esa palabra es mi reflejo y mi forma mi secreto y mi arma, y las armas hay que gaurdarlas para el momento en el que nos toca salvar a la humanidad, porque yo no sere batman ni superman ni el hombre araña ni un karateca, pero como todo caido del catre todavia pienso en que a lo mejor un dia se me da y puedo salvar el mundo, o a lo mejor puedo hacer algo por vos con el total de egoismo de hacer algo por mi, o a lo mejor puedo simplemente hacer algo, y lo mejor de todo es que vamos a terminar todos locos de contentos. y ahi me despierto...

el mundo de los sueños no se parece ni a la realidad ni a la ficción. como no puede ser registrado sino reproducido en parte en un registro que sí entraría en el rango más o menos real más o menos ficción, no puede ser catalogado.
con una soberbia como la mia, me permito ser casi normal en la realidad, un asesino y un perfecto amante en la ficción, un prócer y superheroe en los sueños. y caray cuando me toca hacer de chabón...

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