miércoles, julio 30, 2014

archivando

ya han afilado mi hacha
mi sierra no sirve más
los sábados rumbeo al monte
los lunes a la ciudad

mantonegro mantoblanco
se entibia la soledad
cuánto corren los caballos
sin disco para cruzar

tiene pan el peregrino
tiene vino el capitán
tiene nada el que merece
tiene todo el que se va

se acomoda mi guitarra
trepe mi niño al nogal
cuando se encallen mis manos
un verbo saludará


voy al cielo una moneda
brillante azucar y sal
la guerra taró la tierra
pero un surco sigue igual

lunes, julio 28, 2014

capitalismo y psicoanálisis

Estoy pensando en que le compartiría esto que escribo a una persona que podría responderme. Alguien ligado al psicoanálisis, que pueda comentar con las palabras correctas lo que pretendo decir con las palabras de mi intrincado vuelo.
Ayer desperté tarde, era domingo y hacía frío todavía. Temprano para domingo, tarde para un día común, eran las 10 y algo de la mañana y no quise moverme de la cama. Por fortuna tenía cerca el control remoto del televisor, elegí no pensar demasiado y lo encendí para ver si había algún partido, pero todavía no empezó la temporadas de mogolismo futbolero de tiempo completo, por ahora solamente hay partidos por la tarde.
Pero encontré un interesante documental que hablaba del tiempo, en canal encuentro. Era dar vueltas a un asunto constantemente, y culpar siempre al capitalismo y al afán de obtener mayores ganancias, de la invención de la necesidad de estar midiendo el tiempo, y el hecho de vivir apurados era pensado como el mal de la modernidad. De eso se derivaban una cantidad de cosas, como la gente que siempre llega tarde y que por más que sean buenas personas no pueden vivir en sociedad, o como que había que ralentizar la vida, hacer menos cosas, etc. Yo pensaba todo el tiempo en Borges, que escribió mucho sobre el tiempo, sobre todo en Historia de la eternidad.

Un complejo de inferioridad no puede venir sino de una comparación en donde hay algo o alguien inferior a otra persona o cosa. Pero esa comparación, en qué se fundamenta sino en la competición, y esa competición en qué se sostiene sino en el sistema que cataloga y clasifica, el llamado capitalismo culpable de todos los males de la humanidad.
En algún momento se establecen parámetros, pero las personas en sus relaciones están constantemente jugando papeles, rotando roles o modos. Es probable que una misma persona no se comporte de la misma manera en diferentes situaciones. En algunos casos se sentirá más segura, sobre todo si la sinergia con la que se interactúa es acorde con las espectativas de esa persona. En cambio si el código no es interpretado, es probable que se ponga a la defensiva. Si hay alguna persona que se considera superior, es muy fácil que haya otra que se coloque frente a esa persona de una manera crédula y sin mediar un instante lo trate como superior, colocándose en un lugar inferior.

¿Existe algún lugar del mundo todas las personas se tratan de igual a igual? Me gustaría conocerlo. Sin embargo, es posible que una persona que se tiene en gran estima a sí mismo, encuentre algún escollo en la constante competencia inconsciente en el trato con los demás, y se vea a sí mismo en una situación en la que se considera inferior. Las reacciones son de lo más desopilantes. Conozco personas que empiezan a blasfemar contra esa persona que se pone en "superior", y para ello el mundo ha tenido uno de los más grandes inventos de los últimos siglos: la elegancia.

La elegancia es la revancha y es a la vez lo que iguala al inferior con el superior. Hay diferentes concepciones de la elegancia, y esto poco tiene que ver con el capitalismo. La salida elegante es la que conserva la dignidad, pero dignidad también es una categoría moral que está desprestigiada. La elegancia es saber tomar la sopa, a tiempo, con una sonrisa para todos. La revancha consiste en que después de tomada la sopa uno ya no está obligado a continuar en esa situación de contraste.

miércoles, julio 23, 2014

inferior

Y después está el goce del otro sobre la paranoia de uno. Ese goce está fundamentado en sus propios conflictos, en sus propias paranoias. Es una gran combinación de problemas mentales, la vida en sociedad. Uno que se persigue, y no puede ver más allá de sí mismo. Una palabra que enciende una mecha y la bomba empieza a pasar de mano en mano, no se sabe dónde detonará. "Ese es el problema que tenés vos, con tal asunto", dice el otro, y es cierto. Pero además, no lo es.
Porque el problema de uno, presente, consciente, no es el punto de la discusión, no lo es ni siquiera todo el tiempo. Pero el otro remarca el asunto del problema de uno, como un modo de establecer el territorio en el que se da el debate.
"Está bien, es que tengo es pequeño gran complejo de inferioridad", pongamos por caso. "Tengo este problema para relacionarme en sociedad", hay que decir, "para aceptar las convenciones de los demás". Un ser desprolijo a la vista de los otros, pero que guarda su propia lógica.
Cuando el complejo es dicho, todo acto de hacerlo sobresalir es del otro. El otro dice "vos tenés ese complejo", y es su goce.
El goce de reconocerse, ante su propio complejo, que se reformula.

sábado, julio 19, 2014

principios y finales

los principios deben ser finales o conclusiones para nuevos puntos de partida. He aqui uno: la justicia no es posible. Me cuido de decir que no existe, ya que no se puede negar la idea, digo que no es posible.
El resentimiento debe estar en el desorden del placer en la victimización. Hay un goce que tiene que estar fundado en la diferencia, y en el enunciado de la diferencia o de lo distintivo está la imposibilidad de la justicia. La palabra, entonces, pierde valor absolutamente, porque no le hará justicia a la idea.
En ese marco de cosas, es posible decirlo todo, y también es posible no decir nada. No tiene importancia, ya que se trata de un recorrido temporal siempre ficcional, en el que se pone en juego la noción del presente mismo.

El resentimiento tiene políticas corporales inconscientes. No responde el cuerpo a la voluntad, ya no obedece la musculatura ante la resistencia. Y sin embargo puede existir un goce, desordenado, contracturante, doloroso. La victimización es otro de los cómodos lugares en donde se pueden pasar unas vacaciones all inclusive.